Me quejé a un amigo que, desde que me afeité la cabeza, sólo me entran pasivos.
La próxima vez que lo veo, ha rapado la cabeza también. Y por primera vez me parece atractivo.
-Te hice caso -me dice.
-Funciona -le contesto. Pongo la mano encima de su muslo.
Me sonríe, y mueve mi mano.
La recoloco encima de su paquete.
Autor: Lawrence Schimel.
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Cuentos homoeroticos
RandomNo apto para heterosexuales de mente cerrada. ---------------------- Ningún relato es de mi autoría. Doy créditos a sus respectivos autores por las dudas que lleguen a darse una vuelta por acá y me acusen de plagio.