¡¡ME NIEGO!! |PAUSADA TEMPORALMENTE|

Animales y Deporte.

Animales y Deporte.

Cuando vuelvo, Chris está esperándome en la puerta.

-Hola- dice.

-¿Que quieres?- desconfío yo.

-Me preguntaba si ya te había enseñado el jardín trasero.- dice en tono despreocupado.

-¿Tenemos jardín trasero?- pregunto con cara de idiota.

A ver, hay un jardín delantero, con fuentes, laberintos de arbustos, parterres de flores...

-Más o menos- habla él en tono misterioso.

Acto seguido, me arrastra hacia la entrada de la casa. Pasamos por una serie de puertas, y en el camino, me pregunta cosas sobre mí.

-Deportes.- dice.

-¿Qué?-

-Que qué deportes haces, te gustan o quieres hacer.- repite.

-A ver. Hago en equipo oficial tenis, hípica, danza, atletismo y natación. Me gustan esos, la gimnasia deportiva, surf, esgrima y karate. Supongo que me gustaría hacer tenis, hípica, atletismo, natación, danza, gimnasia y karate.- enumero.

-¿Te gustan los caballos verdad?-pregunta.

-Sí, son mis animales favoritos.- contesto.

-¿Y los perros?-

-Los segundos.-

-Perfecto.-

Yo lo miro extrañada, y él abre la última puerta.

-Joder.- exclamo.

Eso no es un jardín, es una especie de campo de juego. Tiene un gimnasio cubierto, un campo de fútbol, una cancha de baloncesto, una pista de atletismo, una piscina, una piscina de olas, un campo de tenis, mesas de ping-pong,...

Me lleva hasta una jaula con perros y me señala a una cachorrita de samoyedo completamente blanca.

-Esa es la tuya- me dice- ponle nombre. Ese es, el mío- señala hacia el otro perro, un pastor alemán en muy buena forma.

-La voy a llamar...- pienso- Yuuki.

-Bien- dice él- Sigamos.

Vamos dejando todos los campos atrás, ahora estamos en una especie de descampado. Tiene un bosque al lado, y unas cuadras al otro. Caminamos hacia las cuadras. Cuando entramos, me sorprendo. Hay cerca de 20 caballos, contando a los potros. Me lleva hacia unas cuadras comunes.

-Bien, escoge.- y señala hacia las tres cuadras- estos son caballos, yeguas y potros. Debes escoger tres adultos y tres potros.

-¿Seis caballos para mi sola?- pregunto, creo que estoy soñando.

-No, son también para tus invitados.- dice.

-Vale- hablo, todavía en shock.- Quiero a... esa- señalo hacia una yegua negra con una luna blanca en la frente- a esa- apunto a una blanca con una luna negra- y a ese- indico a uno marrón, con una oreja más clara que el resto del cuerpo.

-Vale- dice entrando y cogiéndolos por una cuerda- ahora los potros.

-Si. Quiero a esos tres- hablo mientras guio mi dedo hacia dos potrillas y un potrillo que parecen llevarse muy bien.

-Vale.- dice dándome las cuerdas de los caballos y entrando a por los potros-¿como los vas a llamar?-

-Medianoche, Luna y Rey.- enumero señalándolos.