Diario de un amor lesbico

Dulcinea

CAPITULO II
Aquella mañana desperté, ella ya no estaba, la emoción de la noche fue tal que no le pregunte su nombre, no sé nada de ella, ¿Que hare?.
Me dispongo a hacer mis cosas cotidianas, sin ánimo, no puedo quitar de mi mente su recuerdo, aquel que hace alegrar y entristecer mi corazón, pasa el día sin ninguna novedad.
Esa noche regreso a ese bar, en busca de mi bella dama, no se su nombre pero por el momento la llamare Dulcinea.
La busco incansablemente, espero toda la noche, pero ella no aparece, estoy decidida a regresar cada noche a este bar hasta encontrarla, porque ella ha encendido esa llama en mi ser, es esa misteriosa mujer a la que yo he decidido amar.

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La semana ha pasado, he regresado cada noche desde nuestro encuentro, nada, he preguntado por ella, al parecer nadie la conoce, ella es como aquel humo que exhalo después de fumar en mi casa, de recuerdo solo me queda su braga, se le olvido? o la dejo a propósito?, no lo sé, pero muero por verla de nuevo.

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Desde que la conocí empecé a fumar para nunca olvidarla, con cada cigarrillo su recuerdo regresa a mi mente, te estoy esperando con ansias amor mío, mi bella Dulcinea!.

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Un año ha pasado, aun te recuerdo como si hubiese sido ayer, aun voy a ese bar cada noche, soy la primera en llegar y la ultima en irme, será que solo fui una noche?. Últimamente veo tu rostro en todas esas mujeres, me emociono al ver una silueta parecida a la tuya, cuando me parece ver tu hermoso cabello, no lo tolero, odio a todas aquellas mujeres que se parecen a ti, solo porque no eres tú!

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Dos años pasaron, esta noche una chica se me acerco en el bar, acepte su invitación de unas copas, cada palabra que decía me llenaban de coraje, porque no eras tú, trate de imaginar que eras tú y acepte llevarla a mi casa, pero ella no es como tú, al llegar no quiso platicar, solo quería sexo, así que al llenarme de coraje por no parecerse a ti la tome con rudeza, la avente a la cama y tuve sexo con ella, no fue como lo nuestro, nosotras hicimos el amor, con ella solo tuve sexo, desagradable sexo, sexo con odio, con coraje.
Por qué no era tú!.

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Es el momento, te olvidare, me voy de viaje por unos años y dejare tu recuerdo atrás, pero el amor, el amor lo llevare conmigo toda mi vida, Dulcinea te amo! y siempre lo hare, pero no puedo seguir buscándote, ya pasaron dos años y medio desde tu partida, he sufrido mucho y será mejor que me vaya de aquí y siga adelante... Adiós Dulcinea, ME VOY, ME QUEDO SIN TI...