Traición

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CAPITULO  V
Á  pasado tres semanas desde que encontré a Perséfone, mi alma siente una desesperación inmensa. 
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Falta una semana para que partan al extranjero, irán a Paris, un especialista las esperan para tratar a Beatriz.   Eh decidido escribirle a Perséfone, "mis lágrimas son hoy estos versos, que tu ausencia nunca podrán borrar,  mi alma se embriago de tu ser, mi corazón de tus recuerdos pero, tú te embriagaste de mí?"
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 Beatriz empeoro, está en cama.  
  Yo te cite en el mismo lugar, quiero probar más de tus besos.Acudes sin prisa, me besas sin ganas, que te pasa mi amor?.  Me respondes que estas harta, harta de engañar, harta de mentir, quieres amarme en todo sentido, pero tu hermana es más importante, lo entiendo pero no puedo aceptarlo, soy egoísta?  Soy mala persona? Mi amor por ti me ha segado, me ha quitado lo humana, no puedo sentir lo mismo por Beatriz que contigo, no soy tan buena como creí serlo.  Esa noche te invite a mi nueva casa, saque una botella de vino y encendí la chimenea, te trae recuerdos?.
Te tome de la mejilla, esta vez no seré tan delicada, pues mi alma, mi cuerpo, claman por ti, por tu calidez, bese tus labios con desesperación, con ansiedad, te desabroche el vestido, te arranque el sostén, te bese y lamí tus pechos, te quite las bragas y lamí tu sexo, gemiste y me excite, me quite la ropa rápidamente, esta vez no tuve consideración, pues te amo y quiero tu cuerpo de nuevo, lamí cada rincón de tu ser hasta que llegaste al orgasmo, también me lamiste, sentí tu deseo, mi alma estaba llegando al cielo!.  Tocaron la puerta pero no quise abrir, no quiero que nadie interrumpa este momento pues después de tantos años eres mía de nuevo!Lamí tus pechos con desesperación, toque tu clítoris con amor, te hice mía en cada rincón, te hice mía hasta en el sillón, metí mi lengua hasta en el más oscuro rincón, gemiste, y pediste más, me dejaste ver la puta en tu interior,  Te amo y no lo puedo ocultar, te lleve a mi cama, me tocaste, te toque, me lamiste, te lamí, gemimos, llegamos al orgasmo, soy tu puta, eres mi puta, te amo y me amas!. Acabamos como empezamos, recostada entre mis brazos, y me dices;
-Quiero estar contigo, aun en sueños.
pero esta vez no podemos dormir juntas, debes regresar con tu familia, me dispongo a acompañarte, así que me visto, te abro la puerta y en ese momento la veo, Beatriz me espera, con lágrimas en sus ojos, ella me dice;
-Quería mentirme a mí misma creyendo que no era verdad, que tú, el amor de mi vida y mi hermana, que ustedes no podían tener una relación, que no me traicionarían, que equivocada estaba, escuche como le dabas placer, escuche como la amabas…

Diario de un amor lesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora