Sombras del pasado - 2nd Parte de "perdida en el horizonte" (Proceso)

Un inesperado encuentro

Cap.2 Un inesperado encuentro

Los días seguían pasando, la navidad y año nuevo los había pasado con mi padre aunque no estaba mucho en casa.

Me resultó difícil acostumbrarme a todo, pero el tiempo me ha ayudado a pensar y reflexionar, pero por más que piense siempre me venía una imagen de Harry, de los demás, y eso aun dolía.

Me harté de buscar un piso por el momento, por ahora estaba bien en la casa de mi padre pero no por mucho tiempo, eso lo tenía seguro.

Lo que si quería era encontrar un trabajo, sería más fácil que encontrar una casa. Aún tenía ahorrado el dinero que había ganado de mi último trabajo y no era una pequeña cantidad, pero sabía que no volvería a trabajar allí, nunca me hizo ilusión aquella editorial aunque necesitaba ganar dinero si quería seguir con mis planes y con mi vida.

No era muy creyente de los milagros y tampoco creía mucho en las casualidades, pero esa mañana cuando bajé en esa parada como solía hacer desde que creí ver a Harry, entré en el bar, se había convertido en una costumbre, me gustaba el olor a café aunque siempre pedía un té, me traía un buen recuerdo de la primera vez que entré con el chico borde.

Me encantaba sentarme al lado de la ventana y mirar lo profundo del bosque aunque estaba algo vacío, ya no habían esas preciosas hojas verdes ni las doradas, solo estaba vacío y había algo de neblina.

Aun tenia curiosidad por aquella mujer, a veces pensaba que la conocía de algo, era la que siempre me atendía, no sé si lo hacía a propósito o era casualidad pero resultaba ser algo incomodo. Una mañana estaba decidida hablar con ella y me sacaría de dudas. Lo que nunca había sospechado era lo que me iba a decir.

-¿Un té como siempre?- Dijo dándome una sonrisa.

-Sí, ¿Te puedo hacer una pregunta?- Dije antes de que se fuera

-Claro-

- Es algo tonto pero ¿Te conozco de algo?-

-Ya era hora, pensaba que te habías olvidado de mi ¿Eres Vanessa Hyde?- Me quede con la boca abierta.

Se llamaba Melinda, me conocía pero yo no me acordaba de ella, me dijo que solía venir de niña con mi padre cuando apenas tenía cinco años . Al parecer siempre me quedaba mirando porque no estaba segura si era aquella niña que recordaba.

Empezó a contarme como solíamos jugar o cuando me quedaba con ella en el bar porque mi padre se iba a trabajar a la comisaría cuando aún era policía, cada vez recordaba aquellos vagos recuerdos de niña.

Intentaba ir cada día y me quedaba hablando con Mel siempre que ella podía, me encantaba pasar tiempo con ella, era divertida, una mujer con un gran corazón y apenas unos días atrás solo la juzgaba. Tenía unos 56 años recién cumplidos y gracias a ella conseguí trabajo en el mismo bar ya que tenía la suerte de que Mel era la dueña.

No había perdido la costumbre de mirar por la ventana y a veces tenía la absurda idea de que podría aparecer en cualquier momento, pero no tenía ni idea de porque pensaba que sería él y no Harry.

Salí del trabajo pronto y cuando llegué a casa cansada, me encontré con mi padre cenando.

- ¿Ya estas terminando?- pregunté, antes de saludarle.

-Em, si aún queda algo de cena en la nevera sírvete, yo tengo que ir a arreglar unas cosas del trabajo- Se levantó y recogió su plato.

-Oye, hoy Mel me ha explicado más cosas, anécdotas ¿de verdad que no te acuerdas de ella?-

Ya le había comentado a mi padre sobre Mel ese mismo día que me dijo que nos conocía, era imposible que yo me acordará de ella solo siendo una niña y él no, pero insistía en que no recordaba absolutamente nada.