Capítulo 9. Visiones.

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Durante el tiempo que estuve inconsciente tuve visiones y escuché su voz. Me decía cosas inesperadas, imposibles de creer.

Desperté en el hospital, el mismo hospital del que salí hace pocos días.

Una enfermera estaba tomándome la temperatura.

- Sufrió un desmallo, estamos haciéndole pruebas para ver que le ha pasado

- Estoy bien, no se molesten, no tengo nada que un médico pueda arreglar.

- Los doctores pueden....

- Le aseguro que ningún doctor puede - callé, estaba nervioso, y la enfermera no tenía culpa de nada.

Me incorporé en la cama, y entró en ese momento en la habitación mis padres. Habían venido a ver a los bebés, pero estaban viendo a su hijo, medio loco, aunque ellos no lo sabían. El viaje que hicieron fue largo, así que estarían cansados. Tras un rato hablándome, les dije:

- Tenéis que ir con Bella, y cuidar con ella de los bebés, yo estoy bien.

Al rato, casi obligados, los mandé a mi casa. Los acompañé hasta el taxi, en la puerta del hospital. Al subir las escaleras de la entrada, me crucé con el doctor Ruiperez, el director de maternidad que nos atendió en el parto.

- Hola, doctor, ¿tiene un minuto?

- Hola, mmm, usted es....

- El, estuve aquí hace unos días. Mi pareja, Bella, tuvo un parto complicado de gemelos.

- Ahh, si!!!, recuerdo. ¿Que hace aquí, están los bebés y la madre bien?.

- Ehm, espero que si. Necesito información. Necesito que me ayude a resolver mis dudas.

- ¿En qué puedo ayudarle?

- Por favor, vayamos a un sitio en el que podamos hablar tranquilos - le dije.

- Si, claro, venga a mi despacho.

Fuimos a su despacho, me senté en una silla justo enfrente del doctor, y le comenté:

- Se que lo que le voy a preguntar le puede poner en un compromiso, pero necesito que usted me ayude. ¿Nacieron otros gemelos la misma noche que nacieron mis hijos?.

- El, esto es algo que no puedo contarle, me pide información de pacientes...

- Escúcheme, se trata de un robo de niños, o de algo que sale de mi comprensión, asi que dejeme contarle.

Le conté todo lo ocurrido, incluso sabiendo que lo más probable es que no lo creyera, pero necesitaba saber más y descartar posibilidades.

Al rato, terminé, y el doctor me dijo:

- Mire, El, no se si está usted con algún cuadro esquizofrénico o si está intentando reirse de mi, o no se si me está contando la verdad. Cualquier hombre debería saber y estar seguro de que sus hijos son suyos, así que le diré lo que me pregunta.

El doctor sacó una documentación de un armario, y me la entregó para que la viera. Mientras ojeaba dichos documentos, me dijo:

- Existe una asociación de padres de niños reencarnados. Una vez salga de aquí, dirijase a esta dirección y puede ser que lo orienten mejor de lo que lo puedo hacer yo.

Me entregó una cuartilla con la dirección, y a la par, vi los partos de la noche que dió a luz Bella.

- Si, nacieron unos gemelos más, ¿dónde están, doctor?.

Mis años de 9 mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora