Cuando abrió los ojos al día siguiente todavía tenía la esperanza de que lo sucedido la anterior noche fuera solamente un sueño, pero, cuando salió y vio las expresiones de tristeza de todos los presentes supo que esa era su realidad. La miró, pero ella lo ignoró mientras empezaba a acomodar las cosas para que se pusieran en marcha otra vez.
Dio las órdenes necesarias con voz desganada, tenía ganas de sentarse debajo de un árbol hasta que su conciencia se perdiera, pero necesitaba terminar con la misión que, en lugar de fortalecer la relación con Mulan, la había destruido definitivamente.
Cuando encabezó la marcha inmediatamente sintió su ausencia, no iba a su lado, no iban charlando animadamente sobre algo en particular, ni siquiera los soldados estaban hablando, incluso Ling no trataba de aligerar el ambiente con sus chistes absurdos, sabía que era culpa suya, pero eso no mejoraba su estado de ánimo, lo hacía sentirse peor.
Iba con el rostro agachado, por suerte sabía controlar las lágrimas, sino seguramente estaría llorando de forma silenciosa por haber perdido a la mujer amada. Sacudió la cabeza, sabía que después sería más doloroso, pero no pudo evitar recordar los momentos con ella, de repente alzó el rostro y se encontró con su mirada indiferente, pero sabía que detrás de esa fachada escondía un dolor similar al suyo, ¿podría... acaso podría ver en realidad lo que sentía?
Bajó la mirada al no ver cambio alguno en su expresión, se había comportado de forma irracional como respuesta a que sus emociones lo habían rebasado, ella tomó un camino distinto al suyo, con el rostro alzado. Tragó con fuerza antes de mirar a los soldados para que lo siguieran, no dejaría que siguieran cerca de las princesas, era un amor que no estaba destinado a ser.
Alzó el rostro cuando escuchó el eco de unas voces, aunque demasiado bajas para considerar que fueran fruto de su torturada imaginación.
–Sentimos mucho lo que pasó... –él lo sentía más. Había perdido a una mujer maravillosa.
Apretó con fuerza las riendas de su caballo.
–Nos inspiraste a seguir al corazón y como pago arruinamos tu relación –eso era y al mismo tiempo no, verdad, tal vez nunca estuvieron destinados a estar juntos, eran muy distintos... ¿o tal vez Mulan todavía esperaba algo de él? Si era así podría considerar el disculparse, volver a conquistarla...
–Sólo me abrieron los ojos a la verdad –lo poco que quedaba de su corazón terminó por romperse, ¿eso era lo que pensaba en realidad? ¿No serviría de nada pedir perdón si no lo iba a conseguir?–. Estoy en deuda contigo... –y él también, ¿de qué serviría que siguieran con su matrimonio si iba a ser desdichado?
Volvió a salir a un camino más amplio y supo que la volvería a encontrar, se recompuso rápidamente, volviendo a poner la fachada del general que se suponía debía mostrar siempre. Se volvió para mirar a sus cabizbajos soldados, concentrándose en ellos y tratando de evitar mirar a las princesas... o a ella.
–Estén alerta, hay bandidos aquí –se volvió con orgullo, no debía de mostrar debilidad, no frente a los otros, debía comportarse como un buen guerrero, alguien que ignoraba sus sentimientos, que se centraba en el objetivo y cumplía... oh, sí, pero gracias a esa idea estúpida había perdido todo.
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A los ojos de Shang 2
Romance¿Cómo se sintió Shang ante su propuesta de matrimonio? ¿Ante las travesuras del lagartijo favorito alias Mushu? ¿Al ver a Mulan a punto de casarse con otro? Basado en la película "Mulan II" Continuación ALODS