A los ojos de Shang 2

Epílogo

Shang miró de forma a su esposa, quien estaba acurrucada en su regazo, suspiró, estaban en el mismo lugar donde décadas atrás le había pedido matrimonio. Jugueteó con una hoja que se había enredado en el cabello largo de Mulan antes de tirarla al suelo.

–¿Shang? –lo llamó con voz débil.

Besó su coronilla.

–¿Sí? Pensé que estabas dormida.

Sintió su suspiro.

–No quiero dormir. Me aterra no despertar.

Su corazón se estrujó al escuchar sus palabras, años atrás Mulan había sentido dolores que, según el médico, se irían con el tiempo, había dicho que eran producto de las batallas y demás, pero la situación empeoró con el paso del tiempo, ningún remedio funcionaba y al final ella había decidido no seguir intentando buscar una cura.

"Me debilitan más de lo que ya estoy" había dicho y nada de lo que dijo Shang, el médico, Mushu, sus amigos o sus hijos pudo hacerla cambiar de opinión. Así que estaban esperado el final. Y ése era uno de esos ratos escasos donde verdaderamente estaban solos.

–¿Recuerdas el día en que nos conocimos? –preguntó ella, rompiendo el silencio tenso que se había cernido sobre ellos como un manto pesado y asfixiante.

A pesar de todo sonrió, su mente se llenó de imágenes de aquel día, un vago recuerdo del sentimiento de vergüenza y molestia que sintió.

–¿Cómo olvidarlo? Aquel día conocí a quien se convertiría en mi esposa y madre de mis hijos.

–¿Alguna vez...?

–¿Sí?

–¿Alguna vez te hice dudar de tu sexualidad?

Soltó una risa entre dientes.

–En un momento, sí. Estaba algo preocupado, ¿cómo le iba a decir a mi padre que no podría darle los nietos que deseaba porque estaba enamorado de un hombre? Me alegré mucho cuando se supo que en realidad no eras un hombre.

–Eso hubiera sido gracioso. Ir a una boda de dos hombres.

–Era eso o estar solo el resto de mi vida.

–¿Y Mushu?

Se removió un poco, haciendo que la cabeza de Mulan descansara en su regazo, se miraron fijamente, Shang todavía se sorprendía del efecto que ella seguía teniendo sobre él. Se imaginó como sería su vida cuando ella se fuera, pero el futuro era demasiado amargo como para detenerse a pensar en él, el dolor de sólo imaginarlo hizo que cerrara los ojos con fuerza pero los abrió cuando sintió como unos dedos gentiles acariciaban su mejilla, Mulan le sonrió.

–Por muy raro que suene siempre estaré contigo, aunque sea como un espíritu.

Shang trató de esbozar una sonrisa.

–Espero que no seas un ancestro.

Su ceño se frunció.

–¿No me quieres cerca de ti?

–Nunca pienses eso –le tocó la mejilla con amor–. Es sólo que presiento que Mushu te haría hacerle masaje todos los días.

Eso la hizo reír.

–Aguantaría eso por la eternidad si estás allí.

Su aliento se le atoró en la garganta, no supo qué otra cosa decir, pero a su esposa no le preocupó, tironeó de su ropa para que se inclinara sobre ella. Unió sus labios en un beso en el que trató de transmitirle todo lo que sentía por ella.

Cuando se separaron notó que Mulan estaba a punto de dormirse.

–Te amo, Shang –susurró, parpadeando lentamente.

Él sonrió con cariño.

–También te amo.

Ella bostezó antes de cerrar los ojos suavemente.

Esa fue la última vez que ambos estuvieron juntos debajo del árbol donde le había propuesto matrimonio.

._.

¡Hola!

Gracias por leer, soy muy feliz porque ya casi termino trimestre (¡yay!)

Lamento si el epílogo es un poco triste, pero así lo imaginé y, curiosamente, me gustó (espero que a ustedes igual). Sobre lo demás... Erh, he escrito viñetas, por decirlo así, de otros personajes y parejas de Mulan relacionados con miradas, llevo: Mei y Yao, Sue y Chien-Po, Casamentera, Abuela Fa, el consejero y no recuerdo qué otro, si quieren luego los subo, probablemente aparte :)

Mientras es todo de mi parte. No hay más de ALODS, fue un placer escribirlo para ustedes

¡Abrazo de panda mafioso!

Missannie