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Oh, querida Lena, a veces creo que estoy viviendo en una mentira siendo tan bendecido teniéndote conmigo

Eres un pequeño desastre que me encanta disfrutar cada día. Aunque la harina quede regada por toda la cocina o una que otra camisa se marque con la plancha, es inevitable para mí no amar cada mínimo incidente que te hace reír como una niña inocente.

Tú, mi vida, me provocas la misma sensación que mi canción favorita a los 16 años, cuando me sentía infinito y creía que no había un mañana, cuando te conocí y sabía que serías para mí.

Atiné al sabor de tus labios sin si quiera probarlos y descubrí tus suaves curvas sin haberlas tocado. Eras mi sueño hecho realidad y cuando te tuve por primera vez entre mis brazos, nada deseaba más en el mundo que convertirte en mi mujer por todas las de la ley.

Tus pequeñas manos me llevan hasta mundos que no conocía. Es increíble como unas tiernas caricias por las mañanas sin afanes sexuales me hacen amarte indiscutiblemente. La forma en cómo susurras por lo bajo un buenos días, amor y rozas mi barba con tu mejilla provoca escalofríos en mi espalda, los mismos escalofríos que siento con el solo hecho de pensar que alguien pudiera arrebatarte de mi lado.

Toda tú eres una poesía que puedo leer una y otra vez y a pesar de conocerla al derecho y al revés, nunca tendré suficiente de ella. Eres mi musa, mi inspiración. Tal vez copie estas palabras de algún texto o de la televisión y pienses que no puedo hacer algo mejor que eso, pero ten la seguridad de que ocupas por completo mi mente y mi corazón.

No sé qué rayos pasa. Tal vez es porque nada me importa más cuando tú y yo estamos hablando o la forma en que me haces sonreír como nadie más lo hace. Puede que sea porque dices con exactitud lo que quiero escuchar en el momento correcto, pero sea lo que sea, solo quiero que sepas que eso significa todo para mí.


Oh, querida Lena (Marco Reus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora