Oh, querida Lena (Marco Reus)

06.

Oh, querida Lena, no te preocupes por mí. Episodios similares han pasado antes y sé que con tu apoyo saldré adelante.

Sé que temes sobre mi futuro y aprecio que dediques tus pensamientos para mí pero no quiero ver angustia en tu mirada, mi amor. No quiero que una pequeña lesión vuelva a desvanecer la chispa de alegría en tu rostro y quiero que sepas que pronto estaré corriendo de un lado a otro sobre el césped, por eso te prometo trabajar duro para regresar y seguir dedicándote cada una de mis victorias en el campo.

Estos días que pasaré en casa planeo descansar y admirarte como la diosa que te considero. Eres el ancho mar en el que encuentro calma, el jardín de rosas en el que encuentro paz, tú, mi querida Lena, eres el cielo lleno de estrellas que por siempre quiero observar.

El amor es lo más extremo y exquisito que puede existir y tú me has hecho experimentar ambos caminos. Tal vez puedo cumplir toda clase de deseos que tenga con las personas que quiera pero yo siempre te elegiré a ti para vivir todas mis fantasías hasta que esto que conocemos como vida desaparezca.

Sin ti me perdería y mi ruta dejaría de seguir rumbo alguno para caer en un infierno que está muy lejos del paraíso que tú me ofreces. Eres mucho mejor que cualquier chica que alguna vez pude haber imaginado, tú eres real y lo que siento por ti es real.

Bailar despacio sin música de fondo o mirarnos directamente a los ojos como si no hubiera un alrededor a nosotros me recuerda al par de adolescentes que se conocieron años atrás y que a través de las adversidades han permanecido tan fuertes como en un principio.

Me gusta despertar a tu lado y tomar café por las mañanas mientras reímos alegremente, pasear tomados de la mano y al mismo tiempo discutir por tonterías tan mínimas. Me gusta saber que eres mía y que nada ni nadie va a poder cambiar todo esto que hemos vivido y seguiremos viviendo.