Aquello que nunca te dije...©

Octubre 06, 2015

Octubre 06, 2015

Querido adicto al dolor:

Estoy llegando al final de esa etapa en la que tú como protagonista no estás. Aún hay días en los que me pregunto, con cierta nostalgia en tus recuerdos, el dónde estarás, con quién y qué harás. Sigo siendo tan ilusa que a veces sueño que piensas en mí. Quisiera tanto que me extrañaras, que me buscaras una vez más; pero sé que no lo harás, decidiste no ser parte de mi vida, ni de la de él y en cierto modo te lo agradezco si tú no te hubieras ido yo jamás podría curarme de ti. Cada día al caminar por las calles llenas de gente quisiera que el destino nos jugara una mala pasada y nos volviera a encontrar, quisiera que me reconocieras entre el mar de almas que transitan por las calles, que tu corazón se agitara desbocado y que con tu propios ojos vieras en lo que me has convertido, lo que al final hiciste de mí. La vida sabe que no tengo el temple para verte de nuevo, que quizás al tenerte frente a mí las lágrimas inundarán mis ojos y me doblegaré ante ti como siempre lo hice.

Al final no me arrepiento, en algún momento yo te elegí a ti, elegí ser parte de tu vida y aunque ya no lo soy hoy algo en mí lleva algo de ti. Te deseo suerte, te deseo karma, te deseo vida y que en esa vida también llores como yo. Por el momento, amor, tengo la fortuna de saber que te preguntarás en los millones de personas quién es quien lleva tu sangre, quién es quien fue tu esperma, y eso solo he de saberlo yo. De todos tus tatuajes, -sólo tres te conocí-, nada te dejará más marcado, quizá no ahora, quizá mañana, pero tenlo por seguro que él será una herida que en ti jamás sanará.

Yo tengo y llevo tu tinta, aquella que tu piel jamás tocará.