Enero 22, 2016

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Enero 22, 2016

Hola:

Hola, si, hola. Ironías de la vida, hoy me encontré contigo en esta transitada ciudad. Si, te vi y por un instante olvidé lo que se siente respirar. Olvidé que no estábamos solos, olvidé la ventanilla que nos separaba y te sentí así, justo así, a mi lado; deteniendo aquellos eternos siete segundos en que te vi pasar. 

Son millones de personas las que día a día hacen sus labores en las calles de la ciudad, son cientos de minutos que el tiempo tiene para decidir qué hacer de nuestras vidas y aún así te vi. El semáforo marcaba el rojo, y yo trataba de calmar en brazos aquel llanto desesperando de sueño que mi cántico sólo podía acunar, el sol entraba por la ventanilla semi abierta y entonces, como llamada por el destino te vi, te vi cruzar frente a mis ojos. Te vi seguir tu camino. Te vi pasar ante mi en una extraordinaria paz, en un mundo completamente diferente al mío, en un mundo ajeno al nuestro. Vestías impecable, en ese tono arena tan pulcro y casual, tu jersey a juego con tus pantalones, resaltando aquella piel canela que aún logro sentir el sabor en mis labios. Te reconocí rápidamente: el ancho de tu espalda, tu zarcillo en la oreja derecha, tu barba desaliñada. Incluso traías lentes, ¿qué no me dijiste que los odiabas? Ves, si eras tú. Te puedo reconocer aún a cientos de kilómetros, aún con una multitud en frente. Y te reconozco porque en algún extraño tiempo tú y yo fuimos uno solo, yo eras tú y tú eras yo. Hoy yo estoy sin ti, pero me quedé contigo, con ese algo que jamás regresará a ti, que día a día crecerá con tu sangre y que nunca en la vida llegara a conocerte; tú sigues siendo yo, te quedaste con esa parte de mí que me dejará eternamente incompleta. Definitivamente siempre seremos así, para siempre así.

No me queda más que claro que el destino así lo quiso, ya estaba escrito, porque de no haber querido que yo te viera de nuevo hubiéramos estado en el mismo lugar, en el mismo momento, hubiéramos coincidido en la misma calle uno frente al otro y ni así nos hubiéramos visto, pero ya estaba marcado, debía olerte a la distancia para buscarte en mi camino y fue así, te vi de nuevo, detuve el tiempo pero ya no te detuve a ti. Te fuiste una vez más sin mi. Hoy te pido que si por alguna extraña razón nos encontramos que no me veas, que no me hables, ni siquiera pienses en mi nombre mucho menos lo pronuncies, sabes perfecto aquel efecto que tú aún tienes sobre mi.

Hasta pronto...

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2016 ⏰

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