Capitulo 1.

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Me llamo Amanda Collinwood Bennet, tengo 16 años, aunque en un mes cumpliré 17. Vivo de los 7 años con mi abuela Rose, no porque no quiera vivir con mis padres y hermanos, sino que todos juntos vivíamos en esta ciudad antes, pero luego papá decidió trasladarse para poder trabajar mejor en sus empresas, mi relación con mis padres siempre ha sido buena, es sólo que cuando ocurrió lo del traslado de ciudad yo no quise dejar a la abuela sola, siempre mi relación con ella ha sido mejor que la que tiene con mis hermanos, ya que soy la única mujer.

Hoy día es mi último día en esta casa, mis padres han decidido que como falta menos de dos años para que vaya a la universidad es bueno que viva con ellos ese tiempo, me da nostalgia dejar a la abuela, aunque ella sabe cuidar de si misma mejor que todos nosotros, es todo un personaje, es definitivamente la persona más alegre que conozco.

Por otra parte, también me entristece dejar a mis compañeros, mis amigos y por supuesto que a Will, mi novio. Con Will nos conocemos desde que tengo conciencia, es hijo de la enfermera que atendía a mi abuelo antes de morir. Will es un año mayor que yo y esta en su último año de colegio, jamás he sido de las que planea mucho el futuro por lo tanto jamás he pensado mi posible matrimonio con Will y nuestros posibles hijos y nietos, lo que si tengo claro es que no lo quiero fuera de mi vida.

- Amanda!. La voz de Mary, nuestra nana de siempre me saca de mis pensamientos.

- Pasa Mary. Término de hablar y ella entra a mi habitación. Mary tiene unos cincuenta años es de estatura mediana y definitivamente una de las personas más amorosas del mundo.

- El desayuno está listo, tu abuela te esta esperando en la terraza.

- Okey, dile que termino de arreglarme y bajo en seguida.

- Bueno, pero no demores. Mary termina de decir esto y se dispone a salir de mi habitación.

- Te extrañaré Mary!. Grito desde mi cama y ella se detiene y camina hacia mi.

- Yo también te extrañaré Amanda. Mary me da un abrazo que sin pensarlo se lo devuelvo y es que Mary ha sido como una segunda abuela o una segunda mamá.

Terminamos el abrazo, ella sale de mi habitación y yo me dispongo a peinarme y arreglarme un poco, termino y me dirijo hacia la terraza donde esta mi abuela, cuando voy llegando la veo en el lugar que ocupa siempre y la nostalgia se apodera de mí y recuerdo todos los momentos importantes que he vivido en esta casa y en esta ciudad.

- Amanda, menos mal que llegas, me iba a poner vieja esperándote. Dice mi abuela con un tono cómico.

- Abuela, tu nunca serás vieja. Le respondo y me acerco para darle un beso, luego tomó asiento en mi lugar.

- Tus padres llamaron, estarán aquí como a las doce, se irán después del almuerzo. Dice mi abuela con un tono neutral, aunque se que le da la misma pena que a mi el hecho de alejarnos.

Pasamos todo el desayuno hablando y tuvimos la sobremesa más larga que jamás hemos tenido, ella me aconsejaba con respecto a como me tenía que portar con mis padres y también me decía que tenía que disfrutar mi nuevo colegio.

- Recuerda siempre Amanda, esta etapa de tu vida la tienes que disfrutar al máximo, así que no dejes que nadie te diga como vivirla, eres inteligente y confío en que no cometerás grandes errores. ¿Había dicho ya que mi abuela es muy sabia?

- No te preocupes abuela, disfrutaré lo que más pueda, pero eso no quiere decir que no volveré a visitarte, no te librarás de mi tan fácil. Dije con un tono simpático, pero es obvio que siento tristeza, mi abuela de dio cuenta de eso y me pidió que me acercara a ella, me dio un gran abrazo y un beso.

Una vida de locos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora