Lunes, 6:30 am y suena la alarma de mi teléfono, me levanto en seguida porque si espero otro momento no soy capaz de hacerlo, me di una ducha, luego me arreglé, me seque el pelo, me maquille un poco y me vestí, recogí mi bolso, mi celular y mis llaves y bajé a tomar desayuno, cuando bajé estaban ya todos en la cocina, di los buenos días y me senté al lado de Max.
- Amanda, está todo arreglado en el colegio, sólo debes pasar a dirección a buscar tu horario y esas cosas, el director te llevará hasta tu salón, así que no te perderás. Anunció mi padre.
- Bien papá. Respondí, todavía con un poco de sueño.
- Cariño, cualquier cosa que necesites tus hermanos estarán ahí, así que no dudes en pedirles ayuda. Mi madre fue quien habló ahora.
- Si mamá, ya esta todo claro, me iré con ellos, estaré con ellos en los recesos y volveré con ellos, si necesito cualquier cosa los llamo a ellos, lo sé, esta todo entendido mamita. Dije eso un poco agobiada y es que mi madre es de esas madres que se preocupa por todo, supongo que todas las madres son así.
Ya habíamos terminado el desayuno y nos encontrábamos en el auto que ocupan los gemelos, Zack manejaba, Max iba en el asiento de atrás y yo de copiloto, después de unos 20 minutos de viaje, por fin llegamos al colegio. Es un edificio antiguo, grandísimo, es como el triple de lo que era mi antiguo colegio y tenía tallado por arriba de la puerta Sain't Germain School.
- Bueno, hemos llegado. Anunció Zack.
- No lo digas genio. Me burlé de el. Si no lo dices no me doy cuenta.
- No seas amargada Amandi. Respondió Zack.
- Bueno, bueno, no peleen, en este momento es donde tenemos que recordarte Amanda que no te separarás de nosotros y no hablaras con ningún idiota que se te acerqué, ¿entendido?. Habló Max.
- Entendido Maxi, ahora bajemos no quiero llegar tarde. Dije eso y abrí mi puerta, bajé del auto y mis hermanos me siguieron.
Al momento de empezar a caminar hacia la puerta del colegio, sentí un monto de miradas sobre nosotros, lo que es lógico supongo ya que soy nueva y llegó a mitad de año, además de que voy con los gemelos guaperas, vi como algunas chicas los llamaban, pero ellos sólo hicieron un gesto vago de saludo, luego unos chicos los llamaron también, pero ellos siguieron de largo, hasta que llegamos a dirección.
- Hasta aquí llega nuestra compañía hermanita, mandanos por mensaje la sala donde te toca para ir a buscarte en el receso. Dijo Max.
- Okey Okey Maxi. Respondí.
- Bueno adiós. Dijo Zack y empezó a caminar junto con Max.
Entré a una sala donde había una mujer de unos cuarenta años, que es la secretaria, se llama Violetta y es muy simpática, luego me atendió el director, el señor Louis Smith, quien resultó ser amigo de papá, el fue muy amable y me llevó a mi casillero primero y después me acompañó a mi primera clase que era Castellano, cabe decir que odio castellano, así que creo que todos mis lunes serán un asco a primera hora, como sea, llegamos al salón y nos abrió la puerta un caballero delgado, de canas, con ateojos, es muy chistoso...
- Señor Fonseca, dejó aquí a una nueva alumna, su nombre es Amanda Collinwood. Dijo el señor Smith y se retiró. El maestro me invitó a pasar, sentí todas las miradas en mi, el señor Fonseca se dirigió a los alumnos...
- Clase, ella es su nueva compañera Amanda, dejaré que se presente. Un silencio rotundo se apoderó del salón y no me quedó otra que presentarme, no es que sienta vergüenza de hablar en público es sólo que todos me miraban como bicho raro.
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Una vida de locos.
Teen FictionAmanda Collinwood Bennet, una chica de 16 años que hasta el momento ha vivido la mayor parte de su vida con su abuela, aunque ve a sus padres y hermanos muy seguido. Ella pertenece a una familia muy adinerada aunque eso no le importa mucho. Amanda c...