Capítulo 4

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Estaba tan tranquilo en el parque haciendo tarea, cuando la vi en ese árbol de ramas torcidas y chuecas, pero largas y enormes, con unas hojas estilo de la bandera de Canadá, rojas con anaranjado y café, que le caían a cada rato en el cabello, pero, a ella no parecía importarle.
Que lees- Jack.
Nada que te importe- Anne.
O vamos, no puedes odiarme, éramos amigos ayer- Jack.
Si, ayer- Anne.
Por favor, dime, te juro que no le diré a nadie - Jack.
Bien, pues no se si tu sepas pero mi madre nos abandono cuando yo tenía 2 años, porque ella siempre tubo un espíritu muy libre sabes, y ella coleccionaba muchos libros antiguos, y a ella siempre le gustaron los misterios y esas cosas de hechizos de amor y laberintos y todo eso, así que el otro día me puse a leer sus antiguos libros, para ver a ver si encontraba algo que me relacionaran con ella, y en eso me encontré un papel con una nota que decía: querida Anne, mi niña, hija mía, perdón por abandonarte a tan corta edad, seguro que para cuando leas esto tendrás unos 15 años aproximadamente, pero se que tal vez jamás me perdones por haberte abandonado, pero quiero que al menos sepas que te amo y no importa donde este o lo. Que haga, siempre, siempre te amaré y siempre,siempre me pesará en el alma haberte dejado, pero tu papá me trataba como su perro de pelea, me usaba para lo que le servía y para lo que no me tenia en una jaula, y yo no puedo vivir así, porque mi alma, mi espíritu, es un espíritu libre, pero no importa lo que pase, siempre te amaré. Besos mamá.

Un eterno amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora