+ 𝐐𝐔𝐄 𝐖𝐇𝐀𝐓𝐒𝐀𝐏𝐏 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

19.

Capítulo 19.

Niall siguió hablándome, pero no volví a ver sus mensajes. Sé que no debería actuar así, pero todo lo que entendí es que realmente se verá con una chica para arreglar su situación. Quizás volverán a estar juntos.
Yo no sabía de los celos hasta el día de hoy. Al menos este tipo de celos, los que sientes por el chico que te gusta.

—Mamá ¿puedo irme a mi habitación? —Le pregunto cuando retiro mi plato casi vacío de la mesa.

—Sí, pero recuerda que me has prometido ver una película conmigo. —Le sonrío.

—Por supuesto. —Respondo mientras siento mi teléfono vibrar al fondo del bolsillo de mi pantalón.

Ay no. Él está llamándome. Corro hasta las escaleras después de dejar mi plato en la cocina y aunque no quiero contestar lo hago igualmente.

—Hola.

—Emily ¿Que ocurre? —Me pregunta preocupado.

—Nada, Niall. —No puedo evitar mi tono de voz lleno de tristeza.

Él suspira.

—Perdí mi cargador en la universidad. Y hoy pude comprar uno nuevo. —Me dice. —Es por eso que no te había hablado antes, lo siento.

—Está bien. —Murmuro sentándome en la cama. —Creo que deberías cortar, es solo que no quiero que por mi culpa llegues tarde a tu cita.

Mis palabras son apenas audibles cuando digo eso último. Intento que no descifre mi estado de ánimo. Él vuelve a suspirar.

—No es una cita. Debo hablar con ella para decirle que lo poco y nada que estaba sucediendo, debe terminar. —Me dice y es como si un peso fuera sacado de mis hombros.

—¿De verdad? —Susurro y puedo sentir una leve risa de su parte.

—Sí. Ese mensaje era para ella, la veré en unos minutos más y hablaremos. —Me explica.

—Oh. —No sé qué más decir.

—Me gustas tú. Y quiero hacer las cosas bien.

—Niall... —Susurro. —Soy una tonta. Demasiado infantil y tonta.

—Oye, no digas eso. Fue solo una confusión.

—Sí, lo fue.

—¿Estabas celosa? —Me pregunta con diversión.

Mis mejillas se encienden.

—¡No, claro que no! —Niall se ríe. —¡Oye, es verdad!

—¡Sí, claro! —Él suelta una carcajada.

—¡Niall, basta! No estaba celosa.

—Oh, yo creí que sí. —Me dice.

—Bueno... Quizás un poco. —Admito avergonzada.

—No lo estés. A pesar de que no nos conocemos aún, tengo ojos solo para ti.

Suspiro como una tonta mientras me acuesto en la cama.

—¿Puedo confesar algo? —Le digo.

Sé perfectamente que solo por aquí puedo ser valiente.

—Te escucho.

—Haces que mi corazón se acelere cuando dices esas cosas. —Susurro e inmediatamente me escondo bajo la almohada.

Durante unos segundos él se queda en silencio.

—Tengo una estúpida sonrisa en la cara, justo ahora. —Admite y yo sonrío. —Eres muy tierna, Emi, tú provocas el mismo efecto en mi.

Vuelvo a suspirar. Un suspiro tras otro.

—Entonces... ¿Qué le dirás exactamente a la chica?

—Le diré que lo lamento, que conocí a una chica que me roba el sueño, que no puedo dejar de pensar en ella. —Dice y suelto una risita.

—Tonto.

—Es la verdad, preciosa.

—Esta bien.

—Debo irme ahora, te hablaré más tarde.

—Estaré esperando tus mensajes.

—Piensa en mi.

—Lo hago. Y tú en mi.

—En todo momento.