125.

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Capítulo 125.

Estar en este cementerio se volvió durante un tiempo como un segundo hogar para mí. Podía pasar tardes completas con Olivia y olvidarme del mundo. Le hablaba sobre lo desastrosa que estaba convirtiéndose mi vida y todo lo relacionado a mi futuro. Sí, era mi segundo hogar, mi lugar seguro.
Pero ya no es así, es difícil caminar entre las tumbas y sentirme familiarizada con este lugar.
Si no fuera por la mano de Niall sosteniendo la mía mientras avanzamos, ya hubiera decidido marcharme.
La brisa de la tarde es fría, el cielo está oculto bajo nubes grises anunciando que pronto comenzará a llover.

-¿Estás bien, preciosa? —Me pregunta mientras nos acercamos los últimos metros.

-Estoy bien —Respondo aferrando mis dedos en los suyos, sin dejar de mirar mis pies mientras nos acercamos.

-¿Quién es ella? —Pregunta él.

Cuando alzo mis ojos, observo a la mujer que está de pie frente a la tumba de Olivia. Me detengo en seco, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que la vi.

-Es su madre —Susurro —Esperemos aquí, después que se marche.

-¿No quisieras hablar con ella? —Pregunta algo confundido.

-No tengo nada que decir —Respondo al mismo tiempo que los ojos de aquella mujer se encuentran con los míos.

Ella me regala una pequeña sonrisa, pero no soy capaz de sonreír.

-Emily, acércate.

-No, Niall.

La madre de Olivia vuelve a mirar la tumba y después de darle un pequeño toque a la lápida, se aleja. No es hasta cuando la veo desaparecer entre las tumbas que decido acercarme.
Ella a dejado varios tulipanes, los favoritos de Olivia. Suelto un suspiro.

-¿Quieres que te deje a solas con ella? —Me pregunta.

-No. Dijiste que harías esto conmigo.

Niall sonríe.

-Entonces me sentaré aquí —Dice y se sienta sobre el concreto que rodea la tumba de olivia.

-Antes tenías miedo de sentarte allí.

Ambos sonreímos.

-Con olivia ya nos conocemos.

-Si tú lo dices.

-Puedes iniciar cuando tú quieras, pronto comenzará a llover y eso si es aterrador.

-Miedoso —Me burlo.

Acercándome, también me siento en el concreto. Mis ojos caen en el nombre de Olivia, así como muchas veces lo hice antes. No sé cómo iniciar, nunca antes me había pasado esto, siempre tenía mucho que decir.

-Estoy aquí contigo, cariño —Me anima Niall y sonríe.

Tras soltar un profundo suspiro, comienzo hablar.

-Hola, a pasado un tiempo desde la última vez que estuve aquí. Es increíble que, cuando estábamos juntas, e incluso después de tu muerte siempre había mucho que decir, pero ahora... —Se me quiebra la voz y tomo unos segundos para continuar —No sé ni siquiera por dónde comenzar. Niall dice que, aunque no estés aquí, puedo hacerlo, decirte lo que siente mi corazón y... Estoy tan malditamente enfadada contigo, quiero gritarte y golpearte.

"—Pero no puedo. No puedo porque no estas aquí, no puedes ver mi dolor. No puedes escuchar y responder todas estas preguntas. Yo solo quiero saber el porqué ¿Porqué no confiaste en mí?¿Porqué no me dijiste lo que ese hijo de perra estaba haciéndote?¿Sabes cuanto me duele? No, por supuesto que no puedes, porque no estás, no estás aquí conmigo. No me dejaste ayudarte."

"—Podría haber hecho algo por ti. Podría haberte dado mi apoyo, podrías haberte quedado conmigo. Te hubiera defendido de aquel imbécil, podría haber hecho tanto por ti —Sin poder soportarlo un poco más, lloro —Antes cuando venía aquí, recordaba nuestras salidas y todas las risas y carcajadas que teníamos, lo recordaba con alegría porque sabia que sería lo único que tendría, los recuerdos. Pero aquellos mismos recuerdos ahora se vuelven dolorosos, porque sé que no eras feliz...Y nunca noté que no lo eras. Pero te quiero, supongo que a pesar de todo, te querré siempre."

-¿Emi? —Susurra Niall, cuando lo observo él está mirando hacia donde están los tulipanes —Hay un sobre, debe ser una carta.

-¿Dónde exactamente? —Observo al mismo lugar. Él extiende su mano y saca el sobre —Debe ser para Olivia.

-No, dice que es para ti. Sale tu nombre.

-¿Lo habrá dejado su madre?

-Lo más probable —Él me lo entrega.

Con dedos temblorosos lo acepto. Cuando observo el interior, me doy cuenta que es una carta y una nota.
Un nudo se forma en mi garganta y mi pecho se contrae de dolor, porque no es una carta escrita por su madre, si no por ella.

Por Olivia.

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