Attack on Titan

La Desición De Eren.

Ha pasado casi tres meses desde el juicio, Eren y su hija se encontraban viajando solos por diferentes pueblos para conocer más las raíces de los titanes.
Eren tenia muchas dudas de lo que podía pasar y como podía volverse un humano pero lo que mas le preocupaba era su hija aun no sabia si en verdad era totalmente humana.

Día o noche Isabel pedía a su madre que le contara ha cerca de su padre o como era, le gustaba le idea de que algún día se reunirían como una familia esa era su más grande ilusión.

—¿Oka-Chan que te gustaba de Oto-san? –pregunto sonriente.

Al escuchar aquella pregunta Eren no pudo evitar sonrojarse y su hija al verla y comenzó a reírse al ver su rostro que estaba rojo como un tomate.

—Vamos quiero que me digas –insistió.

—El era algo frío pero cada que le veía podía ver que realmente era todo lo contrario poco a poco su indiferencia me atrajo y aunque me tártara como a un mocoso siempre le sonreía –dijo sonrojado.

—¿Porque? –nuevamente pregunto.

—Tu tía Hanji un día me dijo que tu padre solo tenia miedo a perder de nuevo lo que le importa –pausó.

Isabel miro a su madre que había quedado en silencio sabia que se había quedado recordando a su padre era obvio que le extrañaba mas que nadie en le mundo.

—El estaba perdido en la oscuridad yo simplemente quería darle algo de luz aunque yo también tenía miedo solo por el y gracias a ti sigo adelante.

—Oka-Chan –dijo sonriente.

Isabel con tan sólo cinco años podía ser muy hábil, mientras jugaba Eren siempre le miraba estaba tan feliz de ver a su hija crecer libremente sin preocuparse de nada ya no había razón para pelear. Pero la gente comenzó a hablar de mas, después de todo era imposible que un hombre pudiera dar luz a un bebé pero Isabel sabia que ella había salido de su madre aun así eso le preocupaba mucho a Eren ya que podía ver como los amigos de su hija le decían que ella era adoptada.

—Isabel que tal si hacemos un cambio de imagen –propuso Eren.

—¿Cambio de imagen? –pregunto.

Eren asintió.

—Ven será divertido.

(...)

Isabel y Eren caminaban llegando a una ciudad grande cual estaba derrumbando los muros que le rodeaban, al estar casi cerca de esta ciudad pudieron ver a sus amigos cuales estaban esperándoles al verles Isabel corrió hacia ellos con una gran sonrisa que al verla le recibieron con los brazos abiertos y una gran sonrisa.

—Enana bienvenida – dijo Hanji en tono de burla.

—Tia la loca de cuatro ojos –dijo algo molesta.

Todos rieron al escucharla era la miniatura de Levi era muy lista y amable aun así era muy pero muy parecida a su padre, los chico miraron detrás de Isabel y pudieron ver a Eren con un vestido sencillo blanco y su cabello un poco mas largo de lo normal a algunos les costo reconocerle era un cambio total.

—Wow Eren te ves muy guapo o mejor dicho guapa jajajaj – río Hanji.

—Si se ve hermosa –dijo Erwin al verlo.

Y sintió una fuerte patada en sus pies al mirar pudo ver a Isabel que se veía muy moleta y al verla una aura asesina le comenzó a rodear y aquellos ojos grises s volvieron un azul oliva.

—Oí peluquín deja de mirar a mi Oka-chan sino te matare –dijo sería.

—jajaja esa niña es una mini Levi –río Hanji.

—Se nota que es su hija –diji Erwin.

Eren reía junto a sus amigos, Isabel aun que sabía que su padre había muerto podía entender que su madre nunca amaría a alguien mas, mirando el cielo tenia esperanza en que algún día tal vez sea algo alejando su padre venga a buscarlas para nunca dejarles por ello seguiría protegiendo a su madre.

—Aquella niña es la hija de aquel monstruo.

—Si pero aun no sabemos quien es esa mujer y/o donde esta ese monstruo.

—No puedo creer que le hayan dejado libre.

—Es un peligro para el mundo.

Las perdonas siempre hablaban mal o actuaban por instinto ante algo desconocido o con algo con lo que no se podían enfrentar eso era algo que Eren sabia muy bien aún así confiaba en las personas y era capas de sonreír ya que su amigos no le veían con un arma o un monstruo y eso le era suficiente para desear seguir adelante a pesar de ser odiado por las demás personas.

—Levi –susurro mirando aquella habitación del mencionado.

Aquella habitación era testigo de un amor sincero y puro pero ese lugar no era donde había iniciado todo aquel romance sonrió de oreja a oreja recordando el día en que se le confeso no pudo evitar derramar lágrimas su único amor ahora ya no estaba el calor que antes sentía se había ido y solo le quedaba los recuerdos pero aun así sonreía no podí negar que se le partía el corazón que Su Levi no estuviese su hija fruto de su amor estaba con el y su deber era cuidarle para que fuera libre y conociera el mundo.

—Oka-Chan ¿como fue que te enamoraste de Oto-san? –pregunto Isabel.

Todos voltearon a ver a Eren nadie excepto Hanji quien fue la confidente de Eren en aquellos días. Eren se puso rojo al sentir todas las miradas de su amigos sabía que no le dejarían en paz hasta que hablara suspiro.

—Después de que Levi en salvo en el juicio, comencé a tenerle una gran admiración y poco a poco deseaba saber mas de el sin darme cuenta cada que hablaba con el o le miraba mi corazón latía muy rápido –dijo nervios.

—¿Acaso Oto-san fue tu primer amor? –pregunto Isabel.

Eren asintió.

—Pero no fue, sigue siendo mi primer amor –dijo sonriente.

Al escuchar aquello todos se miraron acaso Eren había decidido amar solo a Rivaille esa pregunta paso en la mente de todos querían preguntar pero sabían cual seria la respuesta del joven tan sólo tiene 20 años muy pero muy joven se volvió madre después de haber ganado una guerra  perdido a su primer y único amor.

—Jijiji Oka-Chan solo tiene corazón para Oto-san –sonrió Isabel.

—Si, siempre estará en mi corazón –susurro muy bajo aun así los demás lograron escuchar.

<<Cumplire nuestra promesa de estar siempre juntos aunque no este a mi lado>>…