Una "cita" muy "romántica"

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El oso claro deja caer el agua fría de la regadera sobre él mientras su mundo sigue derrumbándose lentamente a cada minuto que pasa, las semanas habían pasado bien sin que ninguno de los dos osos supiese su relación con el otro y estaba feliz con ello, ambos lo hacían feliz hasta que Chica lo ha arruinado todo, seguro fue culpa de Puppet que terminó por contarle a ésta lo de la relación o viceversa piensa el oso Toy.

-¿Porqué... Porqué caí tan fácilmente en la red de Freddy? -se dice el oso a si mismo -Yo estaba muy bien con Golden a pesar de ser tímido, con su calor, con su carácter, su sentido del humor pero... Simplemente me perdí en sus ojos celestes, unos ojos tan brillantes y encantadores a la par que profundos como el cielo... ¿Porqué eres tan malo amor, porqué eres un cruel bastardo? Como pierda a uno... Juro por dios que nunca más volveré a hablarles a esas dos hijas de... -el oso detiene su monólogo personal con un sollozo y lágrimas resbalando por sus mejillas, mezclándose con el agua de la regadera cayendo en el suelo de la ducha.

Tratando de detener su llanto, el oso sacude su cabeza y se da dos palmadas en cada una de las mejillas para espabilar. Termina de ducharse y busca la ropa más cómoda para ir a eso de los juego láser que sus compañeros de cita habían mencionado. Al salir de su habitación con una sudadera color canela, unos vaqueros y unas deportivas blancas, una extraña sensación que le produce un escalofrío recorre su espalda fugazmente, para ver a ambos lados del pasillo y no ver a nadie. Suspira aliviado sin saber que cierto oso dorado lo mira con desprecio desde la puerta de su habitación, roto por dentro y con ganas de acabar con su vida, aunque el amor se interponga a ese deseo.

Bajando las escaleras y mirando su reloj, que marca las seis menos cuarto, llega hasta la entrada de la pizzería para ver a sus compañeros de juego: el conejo Toy lleva puesta una camiseta de manga larga color negro, un pantalón de deporte se igual color y unas vistosas deportivas color blanco y rojo con dibujos de llamas, unas que Frederic le había regalado hace algunos cumpleaños atrás. Por otro lado el zorro lleva una camiseta blanca bajo una chaqueta de cuero, unos vaqueros negros con una cadena unida a dos bolsillos de este y unas deportivas también de color negro como en ese musical, Grease, que alguna ocasión habiendo visto los dos Toys ahí presentes juntos.

-Muy bien dueto de Toys -dice el zorro con su tono animado como casi siempre, tratando de no verse como un celoso desmedido por Chica -¿Estáis listos para que es patee el trasero de forma aplastante?

-Tonterías zorro -dice el Toy conejo tratando de hacerse el macho alzando su pecho -Te aseguro que entre Frederic y yo podremos mandar tu trasero pirata al fondo del mar y tras eso, el zorro suelta una de sus típicas risas piratas, de esas que suele soltar en sus espectáculos.

-Mucha jerga pirata manejas tu conejo afeminado -responde el zorro pirata con una risotada mientras el conejo desea arrancarle la cabeza -¿Y tú estás listo Freddito? -el oso, con las palabras del zorro sale de sus pensamientos, no con una expresión muy animada.

-Sí supongo...

Los otros dos compañeros miran con expresión preocupada a su amigo, triste y afligido y se acercan a él para que el conejo lo abrace primero, y después el zorros los alce a ambos en el aire y por unos momentos los estruje entre sus brazos y después los baje. El conejo mira a uno de sus mejores amigos, que esboza una ligera sonrisa ante el gesto de sus compañeros de trabajo y amigos a la par.

-Gracias chicos...

-Puedes contarnos lo que sea marinero.

-Siempre estamos aquí para ayudar al más afligido Freddito -continúa el conejo la afirmación del zorro.

El oso asiente con una sonrisa y mientras sale del local y se dirige junto con los otros dos al juego láser del que habían hablado, comienza a contar desde el principio lo que había pasado para que sucediese eso: la visita de Golden en el hospital, lo que pasó en su fiesta de regreso cubriendo con un tupido velo lo que hicieron en su habitación, la confesión de este, sus problemas de timidez, el accidente de la sala tras el escenario con Freddy, y también la confesión del otro oso a la que no se pudo negar, terminando en esa sala tras el escenario una vez más haciendo cosas pervertidas, todo siendo escuchado por sus compañeros atentamente, que sorprendidos procesan toda la información que el oso de cabello canela les cuenta.

Cosas de osos (Fnaf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora