Capítulo 3

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Narra Peeta:

Una vez que el tren se marcha regreso a casa. Como el fin de semana no abro la panadería podré disfrutar y cuidar a Thomas. Después el hermano de Delly me ayudará para poder hacer menos horas y estar con el pequeño. Así Katniss podrá llevar su habitual rutina de salir a cazar. No quiero obligarla a cuidar del niño. Lo quiere y juega mucho con él pero yo accedí a quedárnoslo sin antes preguntárselo y quiero que pueda hacer su vida normal si así lo desea.

Al llegar me asomo a su cuna y no lo encuentro. Voy a nuestra habitación y allí está Katniss abrazada a Thomas en nuestra cama. Parecía dormida pero abre los ojos en cuanto entro.

- No he podido dejarlo allí solo. Me miraba con esos ojitos que tiene y ... no he podido.

- Effie te matará, lo sabes ¿verdad? Como lo acostumbres a dormir en la cama contigo ...

- Sólo hoy, de verdad – me suplica – ven, es pronto. Aún puedes dormir un rato más.

Me echo al lado de dos de las personas más importantes de mi vida. Me giro para abrazar yo también al pequeño. Es increíble que este niño sea de Effie y Haymitch. Me alegro tanto de que lograran encontrar la felicidad. Katniss y yo nos quedamos mirando a los ojos y veo como los suyos se van cerrando poco a poco. La sonrisa en su cara sigue ahí.

Me duermo recordando lo que ha pasado estos últimos días ...

- Katniss, tenemos que hablar.

- ¿Sobre qué?

- Lo sabes perfectamente. Si no quieres hablar lo entiendo, no pasa nada. Olvidaremos lo que ha pasado.

- ¿Es eso lo que quieres? ¿Olvidarlo?

- Sabes que no. Pero no te voy a pedir ni reclamar nada. Entiendo que estés arrepentida.

- No lo estoy.

- ¿No?

- ¿Por qué iba a estarlo?

- Parecía ... tu cara ...

- Ha sido por Haymitch. Hemos estado hablando.

- Conmigo también ha hablado.

- ¿Y qué te ha dicho? - me pregunta intrigada.

- Que debíamos hablar cuanto antes.

- Veo que le has hecho caso. No me arrepiento de haberte besado es sólo que ... no tengo nada claro. No quiero fastidiar esto que tenemos. Los dos estamos cómodos así, o al menos eso creo yo.

- ¿Te ha gustado besarme? - le interrumpo.

- Si – me confiesa sonrojándose – más de lo que imaginaba. Había olvidado lo bien que se siente.

- No te voy a presionar Katniss, si no quieres que nada cambie pues no lo hará.

- ¿A ti te ha gustado?

- ¿De verdad te tengo que contestar? ¿de verdad no lo sabes?

- Si, supongo, pero han pasado muchas cosas, puede que ya no sea lo mismo para ti.

- Es cierto, no es lo mismo, ahora es mejor. Porque nadie te ha obligado a besarme.

Pasaron un par de días sin ninguna novedad y sin que volviéramos a sacar el tema. Hasta una noche en la que ella pensó que estaba ya dormido y noté como me dio un suave beso antes de acomodarse en mi pecho. No me pude contener y le deje un beso en su pelo, haciéndole saber que estaba despierto. Y el resto de noches a vuelto a darme un beso antes de dormir.

HAYMITCH - Tras la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora