1. La primavera murió en París

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La nuit est belle

Approches-toi de moi

Ouvres tes ailes

La lune est telle un ange

Veille sur toi...

-JONGIN-

Me encontraba en el asiento de un taxi parisino tarareando aquella canción que no paraba de ser repetida, había tomado el transporte desde hace unos diez minutos y la voz melodiosa de aquella chica me había fascinado a pesar de que yo no entendía ni hablaba francés en lo absoluto, pues no soy muy hábil para otros idiomas además del mío y el inglés, traté de preguntarle a aquel chico que conducía sobre quién cantaba, pero lo único que recibí fue indiferencia.

Era algo muy extraño pues la única razón por la que había tomado aquel taxi, además de que era el único libre esa tarde de primavera con lluvia torrencial, fue porque me llamó la atención encontrar a una persona con rasgos asiáticos, creyendo que podríamos congeniar, aunque tal vez la verdadera razón por la que me encontraba con el chico, había sido por la prisa y porque apenas estuve frente suyo para pedir referencias, el papel con mi destino a llegar estuvo en sus manos de un momento a otro y sin decirme cuánto sería o preguntarme si aceptaba sus servicios, tomó mi maleta, la arrojó al maletero y subió para arrancar e irse en al parecer su rutina. Creo que si yo no hubiera subido rápidamente al vehículo, se habría ido sin mí.

¡Vaya bienvenida Francia!

Aquel era mi primer día en París y estaba tan ansioso de encontrarme con la mujer más hermosa del mundo, Milla, ella es de Ucrania y es mi novia, yo la había conocido en un viaje que había hecho a L.A para cursar un semestre de intercambio en cine, además de aprender inglés correctamente, por lo que entré a un curso, ella quería hacerse de una carrera como modelo y por ello también necesitaba del inglés. Ella me atrajó desde el primer momento en que la vi con esa castaña, larga y sedosa cabellera; esos grandes ojos celestes que eran tan claros como su piel; esos labios rosados y carnosos, además de un cuerpo envidiable, era perfecta. Yo me armé de valor para hablarle y así conocernos, salimos durante toda mi estancia hasta que tuve que regresar a Corea para graduarme, pero seguimos con la relación hasta ese, nuestro tercer año y aunque había pasado uno sin verla mucho, uno en el que ella se encontraba en proceso de convertirse en una top model y en el que yo... bueno... había hecho algunos cortometrajes bien recibidos en Asia, nuestra relación se mantuvo bien.

O eso creía...

Cuando el taxi por fin se detuvo frente a uno de los hoteles más grandes y lujosos de París, supe que habíamos llegado, así que jalando mi maleta desde el asiento en el que me encontraba, maniobré rápidamente para salir de aquel coche, no sin antes lanzarle al joven y serio conductor un billete de cincuenta euros, olvidándome por completo de la conversión de la moneda, aquel taxista que parecía no haberse dado cuenta de mi presencia, lo hizo hasta que prácticamente le di con el dinero en la cara.

Ya había hablado por el móvil con Milla, quien me esperaba en su habitación, el quinto piso de aquel hotel, pero en ese momento me encontraba divertido y no podía dejar de sonreír cuando aquel pequeño taxista me había hecho parte del día, al parecer me encontraba tan extasiado por encontrarme con Milla, que no escuché como el chico gritaba tras de mí, que cuando por fin me dí cuenta, él chocaba contra uno de esos hombres pingüinos que cuidaban las puertas del hotel, fue tan gracioso verlo caer por topar contra esa pared, creía que eso pasaba sólo en las películas de comedia, aunque no entendí muy bien en ese momento el por qué me seguía ni por qué gritaba, ya que si lo pensaba con detenimiento, había sido mucho dinero el que le había dado, pero yo estaba sumamente entusiasmado que no pude detenerme a pensarlo, ni mucho menos pude frenar a mis pies cuando estuve en su piso, y aun cuando había llegado a donde quería y a pesar de que estaba frente a su habitación, esa definitivamente no había sido la escena y no fueron las palabras que tanto esperaba... todo se volvió gris como el cielo de ese día y la lluvia comenzó nuevamente, pero esa lluvia era la de mis ojos...

Una noche de primavera en París [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora