17. Tormenta en París pte 1

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"No hay amor que nos libere

Mira a nuestras almas desvanecerse

Y a nuestros cuerpos derrumbarse

Pero no tengas miedo

Yo me llevaré el golpe por ti."

"

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...

Despertando con lentitud, batallando con la cantidad de luz que dejaban filtrar sus pupilas para acostumbrarse a la claridad de la mañana, pudo ser consciente de sí mismo, y buscando con cierta ansiedad de un lado y del otro donde reposaba quien lo acompañaba, se detuvo mirando a los pies de la cama...

Me deleite con sus oscuros y profundos ojos, los cuales brillaron al enfocar los míos a tan sólo poca distancia, entonces su sonrisa llenó a mi ahora interrogante corazón. Aun sentado a la orilla pude inclinarme lo suficiente para dar un delicado beso, pero como si el sentimiento lo golpeara sus ojos comenzaron a empañarse. Mi pequeño quería llorar y lo hizo, entonces mis dedos detuvieron a las lágrimas de recorrer su rostro y en silencio lo abracé...

-No llores por favor.- Rogué.

-Lo siento...

-¿Te sientes mejor?- Pregunté con mis labios y nariz sobre su cabello.

-Sí... siento causar tantas molestias.- Habló contra mi pecho.

-Tú jamás serias una molestia para mí.- Suspiré.- Yo estaré para ti cuando lo necesites.- Me moría porque aclarara mis dudas.- Soo tú...

Pero no me dejó hablar más, había tomado mi rostro entre sus manos y acercándose con lentitud me besó. Nuestros labios comenzaron a rozarse con vehemencia cuando las lenguas desearon fundirse, y derritiéndonos por el dulce sabor de la boca el deseo creció. Cayendo por el hechizo de su beso, nos encontramos recostados sobre su cama, buscando la mejor posición de nuestro rostro para seguir, mezclando nuestras respiraciones cada vez más  irregulares.

Kyungsoo se volvía la sensualidad personificada cuando mis dedos rozaban la suavidad de su piel, jadeando cada vez más, dejando salir ruidos deseosamente indecentes.

Ambos queríamos más porque no era suficiente, nunca lo era...

Mordiendo mi labio inferior me miró a los ojos y sonriendo besó mi nariz para después alejarse.

-Jongin yo...- Tocaron a la puerta de su habitación.- ¿Qué hora es?- Preguntó.

-¡Kyungsoo Jongin no está!- Ese era Henry gritando al otro lado, asustándonos a ambos.

-¡Joder ya es tarde!- Soo se levantó con urgencia para ponerse los zapatos.- ¿Por qué no me despertaste?- Me dijo mientras metía sus pies a las zapatillas deportivas.

-¡Kyung!- Henry abrió la puerta y volteamos a verlo.- ¡Oh, gracias a dios!- Exclamó.

Kyungsoo tomaba su mochila cuando lo detuve del brazo y me miró sorprendido.

Una noche de primavera en París [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora