Tu mundo no es real.

Capitulo I

-¿Como puede robar la información que esta en el subconsciente de una persona?.- pregunte intrigada tomando un pequeño sorbo de la taza de café.
-Es algo simple.- respondió.- El sujeto empieza a transmitir su confianza, y después el nos empieza sencillamente a decir donde oculta su más íntimo secreto.- Me observo metiéndose las manos en las bolsas de su pantalón.

Allice, esto no es real, es un sueño, tratan de robarte.

-Muchas gracias por la información caballeros, que tengan un buen día.- Conteste sonriéndoles cerrando la puerta de la sala.

Abrí los ojos, pude visualizar que estaba en un cuarto de un hospital, lo notaba por que todo en su alrededor era blanco y por la camilla. Toque mi frente y estaba llena de sudor, estaba muy asustada. ¿Quiénes eran esos señores de mi sueño? ¿Por qué me explicaban algo de robar?.- y muchas de aquellas preguntas pasaban por mi cabeza, generándome un gran dolor de cabeza.

La puerta se abrió y entro un doctor.
-Veo que ya despertaste, ¿como te sientes?.- me pregunto sentándose en la silla en seguida de la camilla.
-Me duele un poco la cabeza.- conteste.
-Es algo normal.- me contesto sonriéndome.
-¿A que se refiere con algo "normal"?.- le pregunte.
-Cuando te levantas de algún desmayo, es normal que te duela la cabeza, o te sientas débil.- me contesto colocándose los anteojos.
-¿Donde me desmaye?.- le pregunte estirando mis brazos.
-Saliendo de la universidad.-respondió.- Bueno, tengo que irme, tu madre ya viene en camino para recogerte, le daremos algunas medicinas para que ya no te duela la cabeza.- me contesto burlándose.

Pastillas para la migraña, ja-ja-ja que risa.

Algunas horas antes.
-Tenemos que irnos de aquí.- Dijo Jeff abriendo la puerta del dormitorio.

Salimos los dos del dormitorio y bajamos las escaleras lo más rápido que pudimos, y salimos del campus.
-¿Como es que se dio cuenta?.- preguntó Jeff admirado.
-Aun no lo se, pero tendremos que descubrirlo.- conteste.-Toma las llaves del auto tu conduces.- le dije.
Las agarro y nos subimos al auto.
-¿Vamos a la compañía David?.- Me pregunte prendiendo el auto y acelero con gran velocidad dirigiéndose a la salida de la universidad.
-Si.- conteste.
-¿Que le pusiste a Allice para que no se levantara?.- me pregunto.
-Esto.- abrí la mochila y saque un frasco.
-¡David! ¿La dejaste inconsciente?, eso puede generar conflictos, o en algunos de los casos ella puede tener grandes dolores de cabeza.
-Si puede, eso le pasa por no dejarnos entrar a su más íntimo secreto.- conteste finalizando la conversación.
-Claro... Respondió.

Llegamos a la compañía, nos estacionamos en algún lugar cercano y entramos a la compañía Botch.

Minutos después...
-¡Pero qué rayos les sucede! ¿Como es que fallaron en la misión? ¡Es una simple chica!.- refuto.
-Lo sentimos jefe, pero ella se dio cuenta.- conteste con un nudo en la garganta.
-¡Su maniobra fue mala! Pensaba que ustedes dos eran mis mejores trabajadores.-dijo.- pero ahora me equivoco... ¡Largo de mi oficina!.- gritó.

Salimos de la oficina y nos dirigimos a la oficina de Jeff.

-¿Y ahora que haremos? Me pregunto Jeff rascándose la nuca.
-Tendremos que volver a ir, Jeff.- conteste.- Investiga bien su expediente antes de ir, yo investigare el expediente de su familia. Y me dirige a la puerta para salir.

Muchas preguntas pasaban por mi cabeza como "¿por qué nos tuvo que pasar esto a nosotros?" "¿es una chica normal?"
Me senté en la silla y presione click a la carpeta de trabajo.

Allice Heafy.
Presione click y empece a ver si expediente familiar.
Me quede en shock, no podía reaccionar, era como si el mundo ya no tuviese movimiento, solo estaba yo y solo se oía mi respiración agitada.
David 1...2...3 tranquilo.
Volví a la normalidad.
Allice era hija del comandante Heafy, uno de los mejores, pero nuestra compañía mando a matarlo por que era letal, yo jamás supe de ese tema, y jamás me informe, debe haber una historia, que nos lleve a descubrir la verdad.
Busque a personas con el apellido "Heafy".
Aparecían miles, no sabia cual escoger, así que busque "General Heafy".
Y apareció.
Me apareció todo su expediente y ahí, venía la información que yo buscaba, el por que lo mataron...

General Heafy, uno de los mejores pero tenía algo, algo que lo delataba, tenía un coeficiente intelectual muy alto, el no asistía a las practicas de guerra especiales que hacia la compañía Botch.
Un momento, termine de leer. ¿Cuáles practicas?
Busque que eran ese tipo de "practicas"
Las practicas de la compañía Botch eran de gran uso para los militares, ya que los dormían y mientras estaban en el suelo practicaban. Esto solo era necesario cuando se acercaba una guerra.
Entiendo.. Así que los dormían y mientras estaban en el sueño hacían una tipo "guerra" y no afectaba, ya que si te matan en un sueño, despiertas.
Me salí de la página de información y me dirigí de nuevo al expediente del General Heafy.
El no asistía ya que lo delatarían, el General Heafy era inmune a esos tipos de sueño, no podían extraer información de su subconsciente ya que era muy inteligente, no nos referimos al tipo de inteligencia matemático, no no, a la inteligencia de subconsciente, que sólo una parte de población en el mundo lo tiene, y tenemos que desaparecerlos de la tierra, ya que esto podría convertirse en un caos.
Me quede pensando un momento... ¿Si el General Heafy lo tenia, pudiese ser que su hija también? ¿Y por que es algo letal? es solo un don. O eso creo...
Pensaba en ir con el jefe, pero creo que no es el momento.

Salí de mi oficina, cerré la puerta con seguro y me dirigí a los elevadores.
-¿A dónde vas, David? Me pregunto una voz que no podía reconocer y voltee.
-¡Hola Emily! Pues.- le conteste metiendo mis manos a las bolsas de mi pantalón.- a dar una caminata, estoy un poco cansado. Le conteste.
-¿Todo bien con el jefe? Escuche algunos gritos.- me pregunto con una sonrisa muy falsa.
-Todo bien.- le conteste con una sonrisa también muy falsa.- Adios Emily.

Baje al ultimo piso y me dirigí a la salida.

-Okay David, tienes que investigar los horarios de la mama de Allice, para hacerle bastantes preguntas... Pero claro, dormida. Me dije sonriendo dirigiéndome a comprar mi desayuno.