Muy bien señora Heafy, ¿lista para que haya un verdadero cambio en su vida?.- dije presionando el botón para poder dormirme.
De pronto aparecí con la señora Heafy platicando en un restaurante.
-Señora Heafy, usted debe confiar en mi como en nadie mas.- pausé.- No debe esconderme nada, ¿entendido?.- le dije viéndola fijamente a los ojos.
-¿Por qué?.- me pregunto con intriga.
-Estas preguntas la sorprenderán y, tal vez le hagan recordar malos momentos, pero necesito que haga lo mejor posible.- le conteste.
-¿Usted se refiere a mi esposo Heafy? ¿Acaso usted es del FBI?.- me pregunto curiosa.
-Usted esta en lo correcto.- le mentí.De pronto ella se puso tan nerviosa que hacia que en el panorama nada se moviera, ya no respiraba, su subconsciente empezó a descontrolarse viéndome como si fuera un intruso, cada vez me tensaba.
-Señora Heafy, tranquilícese.- le dije nerviosamente.
-Disculpe, me tense un poco.- me dijo dedicándome una sonrisa. Todo en el panorama volvió a la normalidad.- Sigamos.- me dijo.
-¿Por qué su esposo jamás fue a las practicas de los sueños compartidos?.- le pregunte entrelazando mis dedos sin dejar de voltearla a ver.
-El doctor Dalton hizo una serie de estudios, donde aquellos decían que de chico le plantaron una mínima idea... Aquella que decía que su mundo no es real. Lo más curioso es que solo le afecta cuando alguien se mete a su subconsciente y trata de robar su mayor secreto.- me contesto tomando un poco de agua de la mesa, supongo que estaba demasiado tensa. Pero en los sueños, no tienes recuerdos, a menos de que metas la memoria en tu subconsciente, que es algo muy malo.
-¿Que era aquel secreto?.- le pregunte entrecerrando los ojos.
-Una generación... El era de las pocas personas dentro de esa generación que puede descubrir a la seguridad de sueños, o cualquiera que se refiera a eso. Solo las personas que le metieron a la mente esa idea, lo saben.- me contesto.
-¿Y usted no lo sabe?.- le pregunte pidiéndole que contestara rápido.
-No, pero podría hablar con el doctor Dalton, vive en Boston.- me contesto.
-Gracias por la información señora Heafy, que tenga una muy linda tarde.- le dije amablemente.Me desperté y toque el pulso de ella.
Bien, guarda todo rápidamente que ella se levantara en cualquier momento.- me dije a mi mismo guardando todo en el portafolio color metal que traía. Cerré el portafolio haciendo el menor ruido posible, abrí la puerta y me dirigí al carro.
Se escucho la puerta abriéndose y era la señora Heafy. Arranque el auto y me fui lo más rápido que pude.
Si solo lo saben las personas que tienen esa maldita idea plantada en su subconsciente, ¿como rayos haré para descubrir la verdad de todo esto? ¿Cómo seguiré trabajando?.- me dije a mi mismo pasando cada semáforo de la calle. Cada vez estaba más confundido y atormentado, le tendría que decir al jefe esto, informarlo. Pero algo que no tome en cuenta es que perseguirían a Allice y la meterían a estudios forzosos. Que tiene, con tan solo saber la verdad será suficiente para mi, ¿no crees David? Espera... Pero si descubres a todos aquellos que tienen esa idea plantada, la compañía será la más poderosa, y todos los beneficios que conlleven eso serán para ti.- me dije a mi mismo sacando una pequeña sonrisa maliciosa en mi rostro.
¿Puedes creerlo? Serás invencible.- me dije a mi mismo feliz.Llegue a la compañía y me dirigí rápidamente con el jefe, ignorando cualquier cosa que dijeran de mi.
-¿Se puede?.- dije tocando la puerta del jefe.
-Mm.- me miro.- pasa.- me dijo indiferente.
-Tengo información que le podría interesar.- le dije jalando una silla para sentarme.
-¿Que tipo de información?.- me pregunto con curiosidad entrelazando los dedos de sus manos.
-Allice Heafy tiene el mismo padecimiento que su padre, el comandante Heafy.- le dije sonriéndole maliciosamente.
-Cierra la puerta, esto es confidencial.- me dijo seriamente. Y acerté y la cerré.
-En cada país del mundo hay miles de personas, pero se calcula que de cada país hay solo 4 personas con ese don tan increíble.- pausó.- a la señora que dormiste o te mintió, o no estaba muy informada, aunque fuera la esposa, ella no sabe la más mínima información como nosotros, ¿por qué no me informaste de eso?.- me pregunto fijando el ceño.
-Tenia que hacer mis investigaciones.- le dije sonriendo.- en fin, ¿como es que ese don se transmite a aquellas personas?.- le pregunte.
-Es por cuestión hereditaria o simplemente lo tiene.- pausó.- la compañía Botch debe erradicar a cada uno de ellos.- contesto levantándose de la silla.
-¿Por qué?.- le pregunte mirándolo fijamente a los ojos, y un poco confuso.
-Ellos pueden destruir la compañía.- me contesto.
-¿Como?.- le pregunte.
-Cada error que tenga esta compañía, te mandan a matarte.- me contesto.- tengo una idea.
-¿Cual?.- le pregunte intrigado.
-Lo único que podemos hacer, es no robarle información, pero plantaremos una idea, ¿recuerdas? La mínima idea te define o te destruye, aquella idea que le plantaremos es la mínima que dirá Tu mundo es real o tu sueño es real.- dijo él con satisfacción.
-Tenemos que formar nuestro equipo David, prepárate para una gran aventura.- pausó.- necesitamos un arquitecto, un falsificador, por si acaso, extractor y acompañantes para protegernos.- me contesto.
-Pero jefe... Plantar una idea es imposible.- le dije preocupado.
-No es imposible, solo tenemos que llegar un poco mas a fondo.- me contesto sonriéndome.
-¿Esta usted loco?.- pause preocupado.- mire, le diré que no piense en serpientes, ¿en qué piensa?.- le pregunte.
-En serpientes.- me contesto igualado.
-¡Exacto! Pero la idea es mía, y es muy imposible que se quede plantada en su subconsciente.- le dije muy enojado.
-Ya lo hice, usted tranquilo, y yo nervioso.- dijo sentándose en la silla de su escritorio.- Lo veo muy exhausto, mañana empezaremos el plan.
-¿Pero que rayos...?
-Nada, vaya a su casa, descanse.- me dijo interrumpiéndome.Salí de la oficina del jefe y Jeff se aproximaba hacia mi.
-¿Que paso?.- me pregunto curioso.
-Mañana sabrás, te impresionaras y a la vez te enojaras, ten buenas noches Jeff.- le dije dirigiéndome a la salida de la compañía.
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Tu mundo no es real.
Ficção Científica"La idea mínima te define o te destruye" Allice, una chica diferente, superficial. Tiene un gran secreto pero nadie sabe que su secreto es el mas buscado por la compañía Botch, encargada de extraer información del subconsciente. ¿Listos para una ave...