Tu mundo no es real.

Capitulo II.

-Hola, ¿Allice Heafy?.- preguntó la señora con voz potente y directa, pero amable. Era una mujer jovial, de estatura alta, muy blanca con cabello de color extremadamente rojizo, obviamente natural.
-Piso dos, hacia la derecha, cuarto 122.- contesto la secretaria amablemente.- disculpe, ¿cuál es su nombre?.- le pregunto la chica deteniendo a la mujer.
-Disculpe por mi descortesía, soy la madre de Allice, vengo a recogerla.- le contesto amablemente.
-Oh... Disculpe por la demora pero tendrá que pasar un poco de tiempo, el doctor esta muy ocupado.- le dijo la secretaria con una sonrisa nerviosa.
-No importa.- contesto la señora Heafy dirigiéndose al cuarto 122, donde se encontraba su hija.

Subió en el elevador y paso por el pasillo. Los hospitales eran tan silenciosos que lo único que se escuchaba eran los tacones de ella retumbando cada vez que daba un paso. Llego al cuarto 122 y abrió la puerta.

-Hola, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué te desmayaste?.- preguntó la madre de Allice muy preocupada yendo directamente a sentarse en la esquina de la cama, donde se encontraba acostada su hija.
-Dice el doctor que me desmaye en mi cuarto, pero no recuerdo lo sucedido.- le conteste confundida.
-¿Como que no recuerdas lo que paso?.- preguntó.- bueno, luego hablaremos de eso, ¿como has estado?.- me pregunto evitando el tema del desmayo.

-Eh tenido algunos dolores de cabeza fuertes, dice el doctor que es algo normal.- le conteste sin decir que ese tipo se había burlado de mi. Aunque fue algo bueno que no le dijera, me portaría como una niñata.
-Creo que será por las medicina que te dieron.- me dijo tocándome la frente y las mejillas.- estas helada y pálida.- me dijo.
-No me he visto en un espejo, pero cuando salgamos de aquí ya me pondré un poco colorada, ya veras.- le conteste sonriéndole.- por cierto... ¿Cuándo vendrá el doctor?.- le pregunte acomodándome para sentarme en la cama y recargarme con la almohada.
-Me dijo la señora de la recepción que hoy tenía mucho trabajo, que tendríamos esperar un poco.- me contesto viendo la ventana del cuarto.

Y el silencio invadió el cuarto por unos muy largos minutos, hasta que llego el doctor con una libreta en la mano.
-Buenas tardes, solo vengo a revisar a su hija y se puede ir.- le dijo el doctor a mi madre sin saludarla, para lo cual, aparte de ser un doctor tonto, también descortés.- me dije para mi misma.
-Okay, abre bien los ojos.- me mando.
Acerté y los abrí lo mas que pude. Saco una linterna y checo mis ojos.
-Estas bien chica, por cierto.- dijo alejándose de la cama.- pronto conseguiré tus pastillas para la "migraña".- me dijo dirigiéndose a la puerta. Y claro, muy "modesto".
-Gracias señora, adiós.- le dijo sin mas que decir, parecía que llevaba mucho apuro, dirigiéndose a cada cuarto transmitiendo estupideces saliendo de su boca.- bufé.
-¿Qué fue eso?.- me pregunto mi madre con curiosidad ladeando la cabeza como lo hace un perrito.
-Nada importante, salgamos de aquí.- dije dirigiéndome al baño para lavarme la cara y ponerme la ropa que mi madre trajo para mi. Consistía en una blusón liza de color azul, unos jeans negros y unos tenis negros.
Salí del baño.
-¿Lista?.- me pregunto cogiendo su bolso y abriendo la puerta.
Asentí moviendo la cabeza de arriba para abajo.

Salimos del cuarto y nos dirigimos a los elevadores. Después de entrar al elevador presione el botón para ir al piso de abajo. Al parecer solo estábamos yo y mi mama en el ascensor, así que no era un silencio incomodo.
Salimos del elevador y nos dirigimos al estacionamiento.

-¿El carro esta cerca?.- le pregunte un poco débil.
-Si, ¿te encuentras bien?.- me pregunto preocupada.
-Claro, solo tengo un poco de sueño.

Después de la conversación mi mama abrió la puerta del carro y prendió el auto  mientras yo me subía lentamente.
-¿Al campus o a casa?.- me pregunto volteado atrás para salir del cacho donde se había estacionado.
-Al campus, por favor.- le pedí amablemente.
-¿Segura? ¿No quieres descansar?.- me pregunto viéndome.
-Mama ve por donde pasas, y no, ya mero llegan los exámenes y tengo que estudiar.
Bufó enojada, pero sin mas que decir, obviamente no iba a decidir por una hija ya de 18 años.
El transcurso mientras pasábamos cada semáforo fue muy rápido.
Llegamos al campus de la universidad y antes de bajarme del carro mi madre me agarro de la mano.
-¿Segura que no quieres que vayamos a casa?.- me pregunto con su mirada compasiva, desde que papa había muerto necesitaba a su hija, y lo sabia, pero tenía que seguir adelante.
-Tranquila, todo estará bien, ya mero son vacaciones y estaré siempre contigo, madre.
Cerré la puerta dedicándole una sonrisa y me fui.

Caminando recuerdo cuando mi madre había recibido aquel mensaje de un soldado dandole el pésame, mientras ella se echaba a llorar, gemía y gemía, agarraba cualquier cosa que estuviera frente ella y lo aventaba, y yo no sabia como reaccionar, lo peor de eso es que paso hace poco, y mi mama lo amaba como nadie mas, era un amor increíble, que jamás había visto.- mis ojos se nublaron por el agua que iba caer de mis ojos.- no seas una sensible, sigue.
Camine hasta llegar a mi recamara, jamás me había sentido tan exhausta. Abrí la puerta y me eche a la cama tan rápido que pude.

La madre de Allice se dirigió a su casa y cuando llego se llevo una gran sorpresa.

-Buenos días señora, ¿puedo hacerle algunas preguntas?.- le pregunto un señor que le calculaba una edad de 26 años.
-¿Que tipo de preguntas?.- le pregunto intrigada bajando del carro.
-Sobre lo estudios de su hija, le prometo que será algo muy rápido.
-Esta bien, pase por favor.- le dijo al señor con amabilidad.
-Gracias.- le paso con una sonrisa.
-¿Lista?.- le pregunto el señor.
-Claro, siéntese por favor.- le contesto nerviosamente.
El la sujeto de su cuello y le inyectó una sustancia. La misma que le había puesto a su hija Allice. La madre de Allice logró dormirse rápidamente. David la cargo hasta acostarla en el sofá de su sala y abrió la maquina para dormir. Se puso el yodo y empezó el sueño.
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¡Hola!
Primeramente una gran disculpa por el retraso, pero bueno, no les prometo nada pero lo más  seguro es que mañana ya tendré todo correcto y tal vez el siguiente capítulo :D
Gracias por leer el libro!