Un recuerdo tuyo

Cafeteria "afeminada"

Nos bajamos del auto, cuando vimos el gran letrero escrito en cursiva, rosa. Indicaba que estábamos en la cafetería que Candace nos había indicado.

-Ojalá y la comida no sea igual que el afeminado letrero- dijo Jay con una cara de asco-

La verdad es que a mi tampoco me gusta el letrero.

-Dios te oiga

-¿Qué no creías en Dios?

-Entonces ¿ojalá yo te oiga?, no suena bien Jay, no seas cabeza hueca

-Si me escucharas no sonaría tan mal- dijo haciendo una fingida cara de ternura-

-¿No ves que te estoy escuchando? Mejor entremos

-Está bien.

Pasamos por una gran puerta rosa y contemplamos todos los postres y pasteles que habían, no estaban mal, es más, se veían deliciosos y había de tantas variedades... Le haré caso a Candace desde ahora.

-Tal ves por fin me escuchaste Lara- dijo Jay con ironía.

-Si esto sigue así te escuchare más a menudo- dije sarcásticamente.

Nos sentamos en una mesa para dos, de madera y con un mantel blanco, un florero con encaje y unas flores rosas y blancas. Jay estaba al frente mío.

-¿Qué desean ordenar?- dijo una voz apagada, mirando su libreta.

-Jay -susurre mientras le golpeaba suavemente la pierna.

-¿Eh? - al levantar la mirada, sus ojos quedaron como platos- ¿Harrys?, ¿qué haces aquí?- dijo Jay mirando la cara amoratada de Trent. ¿y a este que le hicieron?. igual decidí no preguntar.

-Estoy trabajando Doe, a propósito- dijo volteando su cara hacia mi- quiero disculparme. Por todo... Y no te seguiré molestando, bueno, no de esa manera, pero no créeme voy a seguir ganado puntos pelirroja.

Bah, ¿Y para qué gastó pulmones si sé que dará igual?, lo dejaré esperando una respuesta, que se quede sentado esperando en que le hablaré. Pero eso si, de la venganza no se salva.

-¿Por qué no mejor nos traes dos tortas de esas de allá y te largas?- dice señalando con su dedo índice untas tortas de chocolate ...uhm.

-Esta bien. Perdón por el chichón de tu frente, ojalá te mejores rápido Lara- dice mientras se aleja de nuestra mesa y va por las tortas

-¿Tengo un chichón y no me dijiste nada?- dije sobándome la frente buscando el chichón.... obviamente está ahí, vaya que es grande.

-En mi defensa el doc me dijo que era mejor que te dieras cuenta sola, así no pasabas pena y sin estrés. 

-Serán estúpidos, es mejor saber así habría hecho un plan de súper-profesional-castramieto para Trent en el auto.

-Recuérdame nunca fallarte. Das miedo- dijo haciendo una cara de terror.

-Sólo me vengo de idiotas. No te vuelvas uno- dije seriamente