Lara's pov
Pasados cinco minutos, entró el doctor acompañado por Jay, el cual seguía amedrentado por mi muy suave y tierno comentario.
-Bueno, no debes preocuparte mucho, si todo sigue en buen ritmo podrás salir esta misma tarde.
-¿Enserio? -le pregunte al doctor
-¿Prefieres quedarte aquí? Porqué yo puedo dejarte una semana más. Encerada en estas cuatro paredes, donde no entra casi la luz...
-¡No!- lo interrumpí, no se preocupe yo salgo cantando el avemaría si me deja salir hoy - dije en un tono algo precipitado-
- y ¿por qué no mejor te vistes de monja y sales con Biblia en mano? - dijo Jay en tono sarcástico-
- eso sería una gran idea, ya que lo pienso este domingo necesitamos dos personas para que le canten a niños huérfanos. Según el refugio donde están, así se les enseña a creer en Dios.
- Es muy lindo eso, pero por fin decidí volver a scouts - hice un gesto algo apenada-
-¿No tenías las reuniones scout los sábados?- dijo el señor- soy bien imprudente-
-Ah, si es verdad...- pronuncie un "te odio" insonoro, hacia Jay, el cual el puso sus ojos en blanco-
-Perfecto, los espero el próximo domingo, en "casa del sol", queda a tres cuadras de aquí, al lado de una pequeña tienda llamada "Marcy's store".
-Okey, no hay problema, estaremos aquí.
-Entonces, llamaré a una enfermera para que te quite todos esos cables, ya no los necesitas.
-Gracias
-Oye, te agradezco, ahora nos va a tocar venir el próximo domingo por acá - le dije a Jay algo frustrada-
-No es tan malo ¿hace cuanto no vas a la iglesia?
-Soy atea- al parecer mi respuesta lo sorprendió, ya que alzó sus cejas encorvando las y su boca se abrió un poco-
-¿hace cuanto?- preguntó el aún sorprendido-
- Desde que murieron mis padres.
-Si quieres podemos cancelar, decirle que no es posible y nos inventamos algo.- dijo el con voz un poco apenada.
-No, Jay yo tengo palabra.
No pudimos terminar de hablar, porque en ese momento llegó la enfermera.
-Bueno dulzura, te quitaré estos cables, pero debes pararte, por cierto, soy Candace -dijo ella con dulce voz, la cual combinaba con su apariencia, ojos cafés claros, cabello casi llegando a naranja, piel clara y pecas, regalándole así un poco de simpatía.
- gracias Candace -le sonreí y ella me devolvió la sonrisa-
Al pararme, la bata me dejó descubierta toda la espalda, estaba cogida de un nudito en mi cuello, y no sólo eso, también lo que seguía, dejando mi ropa interior al descubierto y ni hablar, también mis piernas estaban desnudas, y para colmo de males, al pararme, le di la espalda a Jay, el cual abrió sus ojos como platos y se ruborizó, me volteé rápidamente, quedando así cara a cara con el, pude sentir como el calor subía a mi cara y sin verme saber que también tenía las mejillas color carmín
- ¡Ay! Perdona, no sabía que tenías ese tipo de bata, ni tan poco que tu novio te fuera a ver, perdona, no fue mi intención- dijo Candace con una expresión de horror-
-No te preocupes, no es tu culpa- miré a Jay, quien me miraba apenado.
-Te quitare todo esto rápido- dijo Candace, aún más apenada que Jay. Quito la pequeña agujita que estaba incrustada en mi mano y unos chupitos que estaban en mi abdomen- listo, puedes irte, acá está mi número por sí necesitas algo, me tendió un papel doblado a la mitad, gustosa lo resibí- ahora, tu y tu guapo novio pueden ir a una linda cafetería- puso una mano en su mejilla, como para contar un secreto- te recomiendo ir a "we like cupcakes" es una muy buena cafetería, y hacen los mejores pasteles que puedas comer.
- Claro que iremos, cuídate Candace.
- Adiós, guarda mi número.
Jay y yo salimos de la habitación, y yo aún seguía con la horrenda bata. tenemos que recoger mi ropa, que al parecer estaba sucia y Jay mando a la lavandería. Todo. Un. Genio si, ahora todo el hospital podía ver la espalda, ropa interior y piernas. Grandioso.
- ¿Qué? No vas a decir algo como...¿lindas piernas? -dije en un tono algo sarcástico.
-Oye, me sobrevaloras, no soy tan idiota, pero lo que dijiste es verdad
-¿Qué?
-Que tienes lindas piernas -Oh... Ya me volví a ruborizar, creo que sólo por esto me va a dar fiebre- ... Pero no quiero que nadie las vea- se hizo detrás de mi- mejor así.
-Ah ¿gracias?
-Entra al baño yo voy por tu ropa.
-Está bien, no te demores mucho.
Entre al baño y me senté en el escusado, el cual estaba abierto y mojado eww Me quedé mirando la esquina de la pared por los próximos dos minutos hasta que llegó Jay.
-Toma, ponte la.
-Gracias -cerré la puerta y deslice la suave tela por mi cuerpo, luego salí, me metí con Jay al carro y salimos para la cafetería.
Holi holo!!
Ojalá les guste el capítulo. Somos pocas pero poderosas, recuerden eso 🙈😻
Las quiere❤️❤️
- Annie
ESTÁS LEYENDO
Un recuerdo tuyo
RomanceÉl es feliz. A mí me gustaría serlo. Él todos los sábados almuerza con sus padres en un restaurante diferente. Yo no tengo padres, todos los sábados estoy en casa con mis hermanos. Él es el ser mas agradable y simpático de la tierra. Yo... Sol...