Chapter 9 (Las viejas costumbres no cambian...)

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//Holi, hace mucho que no les leia(?)

Les traigo el siguiente cap, no os desespereis(?) Lo hago lo mas rapido que puedo u.u

PD: Si estan leyendo esto, justo ahora, si, le agregue algo mas

Le dedico este Kyman love a Patata-Chann OwO una de mis fieles amigas//

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-¿¡Que tu hiciste que!?-le sostuvo por el cuello de la chaqueta aproximándole a él con fuerza

-Marsh, mantén la calma, a mí me gustaría saber que paso-dijo cruzándose de brazos dándole una larga calada a su cigarro

-Me parece triste e increíble que Chris tenga más fe en mí que tú, Stan-el azabache le soltó

-¡No juegues con tu suerte!-le grito-Agradece que Christophe está aquí, porque sin, créeme que ya mismo te hubiera partido tu pecosa cara ahora mismo

-Comienzo a sentirme ofendido-espeto el pelirrojo

-Yo que tu optaba por ir diciéndonos que fue lo que paso, si no me veré obligado a dejar que él te golpee por pendejo

-¡No es pendejes, es supervivencia!

-¿Supervivencia? Ya me queda claro que no puedes vivir sin el culo gordo

-¡No fui yo, fue el!-se defendió

-¡Basta los dos! Quiero escuchar lo que tiene que decir-inquirió el castaño

Flash back

-Kyle Pov-

Me había tomado la libertad de pensar en el después de unos días. La música me hacía recordar los buenos momentos juntos, quiero pensar que el perdió su motivo de vivir y yo para amar. Lamentablemente olvidarme de todo ello era muy difícil para mí. Ese mismo día recibí una llamada de él.

Se estrenaría una película que él quería ver, supongo que fue buen pretexto el que me llamara. De no haber sido por la insistencia de mi madre, no hubiera accedido a atender la llamada.

-... Pero tú y yo no somos nada-dije sin más, pues era verdad

-No tenemos que ser algo para poder salir-contestó

Supongo que tenía razón, como ya mencioné, mi madre insistió mucho y por ello fue que accedí, o mejor dicho, ella me arrebato el teléfono y accedió a acudir a la cita por mí. Después de todo lo que he llorado, después de todo lo que me costó recuperarme aunque sea un poco, ella sin más, metió sus manos y me hizo asistir.

Eso fue el lunes, el martes quedamos donde nos veríamos el día del estreno, el miércoles. Nos veríamos en la parada del bus, junto al gran reloj de la estación, a las 6:00 pm después de mis clases de inglés.

Para alegría mía, mi madre no iba a estar en casa, debía llevar a Ike a sus clases de guitarra, así que pude vestirme como yo quería, algo casual, mía jeans de mezclilla azul marino, una camisa de manga corta blanca, un chaleco sin mangas negro, mis converse negros y esta vez no usare mi ushanka, comienzo a pasar por esa etapa donde creo que me veo mejor sin ese gorro. Varios de mis amigos habían pasado por eso, incluso, a Stan le paso.

La hora acordada llego, yo iba con el tiempo justo, llegaría temprano, estaba nervioso y no sabía a ciencia cierta porque, aunque algo dentro de mí lo sabía, pero no quería aceptarlo. Llegue en buen momento, él ya estaba esperando por mí, parecía algo inquieto y no dude en recalcárselo.

Problemas ExistencialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora