𝙋𝙤𝙧 𝙪𝙣 𝙛𝙪𝙩𝙪𝙧𝙤 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧 『𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 𝐁𝐚𝐥𝐥 𝐙』 𝘿𝘽𝙉 #1

𝐋𝐨𝐬 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨𝐬 𝐙

Al bajar lentamente su mano tras proporcional aquel último ataque, Gina sintió una mezcla de alivio y orgullo al acabar totalmente con la amenaza que aquellos enemigos presentaban para los guerreros del pasado. Matar no era algo por lo que estar orgullosa, definitivamente, pero la victoria lo era.

— ¿Estás bien? — musitó Trunks al notar su extraño silencio.

— Sí, sólo... Me alegra que hayamos acabado con ellos. Será un problema menos para las personas de esta línea temporal. — suspiró un poco abrumada, para luego girar la cabeza levemente al notar las demás presencias.— Mira. Tenemos compañía.

Ambos voltearon por completo entonces para ver a nueve personas observando desde el cielo, uno de ellos cargando a una mujer que Gina de inmediato reconoció como Bulma. Se veía diferente, y más joven, pero definitivamente era ella.

— ¿Trunks? — inquirió, sin estar muy segura de como actuar al respecto. No era ideal que ellos los vieran, pero tampoco podrían huir. — Aun debemos esperar a...

— Tendrán que acompañarnos. — dijo él entonces, viéndola asentir, antes de que volteara, esbozando una sonrisa amable.

— ¡A partir de este momento esperaremos la llegada de Goku! — habló lo suficientemente alto para que la oyeran. — ¿Les gustaría acomapañarnos?

Todos permanecieron en silencio, hasta que uno de ellos preguntó: — Pero... ¿Por qué? ¿Cómo conoces a mi papá?

A Gina se le heló la sangre al ver que se trataba de un niño, y no cualquiera.

— Gohan... — musitó.

Su hermano estaba ahí. Era una versión pequeña de él, pero su ki era el de Gohan. Habían ocurrido tantas cosas, y pasado tanto tiempo desde la última vez, que no logró reconocerlo de inmediato. Trunks pareció notar la rigidez en su expresión, porque decidió tomar la palabra.

— ¡Es por aquí! — indicó. — ¡Goku llegará en unas horas, en esta dirección!

Había podido reconocer a su padre entre todos ellos, pero aún así permaneció serio ante la situación, aunque interiormente se sintiera un poco entusiasmado por lograr verlo. Definitivamente, ninguno de los dos se había preparado lo suficiente para todos los sentimientos que se mezclaban con violencia al lograr ver a sus familiares, y todos aquellos sobre los que habían escuchado en historias, allí, con vida.

Por otra parte, los guerreros miraban a esos dos con sorpresa e incredulidad, mientras miles de preguntas cruzaban por sus cabezas: ¿Quiénes eran ellos? Habían presenciado sus transformaciones, por lo que, ¿realmente pertenecían a la raza saiyajin? ¿Y cómo es que conocían Goku?

— ¡Pueden seguirnos! — indicó Gina y sin esperar más comenzaron a volar, dejándolos algo atrás.

En pocos segundos, volteó para ver como todos los seguían y sonrió un poco. Luego, ambos comenzaron a calcular el lugar de aterrizaje de Goku con los aparatos de rastreo que Bulma había creado para ellos, hasta que Trunks logró  encontrar el punto exacto, y entonces descendieron, sintiéndose un poco cohibidos ante todos esos pares de ojos observándolos con curiosidad y algo de desconfianza, entre otras cosas.

Gina dirigió sus ojos a Trunks, y él entendió lo que quiso decir, de manera que sacó la pequeña caja de su bolsillo y le entregó una de las cápsulas que habían guardado para el viaje. Sin perder tiempo, ella se alejó un poco y la lanzó.

— ¡Muchachos, tengan cuidado!— Advirtió Yamcha.— Ha sacado un artefacto extraño.

— Tenemos tiempo antes de que llegue Goku. — explicó el muchacho acercándose al "artefacto extraño", mostrando que sólo se trataba de un pequeño refrigerador.— Miren, hay suficientes bebidas. Si gustan pueden tomarlas, con toda confianza. — dicho esto, sacó dos y le lanzó a una a Gina, quien la atrapó con agilidad.