Amigos otra vez

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- Estas tranquilo?.

Bufe. Tranquilo y una mierda después de la pelea me fui al parque colon en la ciudad Colonial, ya llevaba más de dos cajetillas de cigarro absorto en las palomas que revoloteaban de aquí para allá, me hacían sentir mejor, pero aún estaba molesto, no sé cómo me encontró Yunho quien se tumbó al extremo de la banca mirando hacia un punto en el horizonte.

- Te importa?

- Si y mucho, de no ser así no estuviera aquí.

- Me vale una mierda. Tome una calada-no debiste, quiero estar solo.

- Pues no lo considero así, últimamente estamos peleando por nada y eso no me agrada. Carcajee fuertemente, como si me habían dicho algo de lo más gracioso, tome otra calada y lo mire de reojo aun sonriendo.

- Ya...creo que es parte del viaje no crees? Volví mi vista a las palomas.

- Jae sabes que eres mi mejor amigo cierto?, y en la persona en que más confió. En esa última voltee a mirarlo, irónico cuanta confianza.

- No tienes que decir nada, creo que hay cosas que no se deben decir, que es mejor callarlas, realmente no me interesa tanto saber quién es esa mujer, es solo que me sentí un poco apartado, como si ya deje de ser ese amigo que dices que soy. Sonreí amargado, y volví a mi vista al frente.

- Jamás ha dejado de ser ese amigo, es solo que esto me lo quiero reservar. Extendí mi mano hacia él y lo empuje para que cayera junto a mí, mientras tiraba la colilla al suelo y expulsaba el humo de mis labios a su cara.

- Ni una mierda, te quiero señor misterioso. Él sonrió y me abrazo, me sentí mucho mejor.

- Hey ahora tendré que tener más cuidado contigo, ya que también los hombres te echan perros. Nos reímos por su comentario.

- Es que soy irresistible, creo que los años me ponen mejor no ves. Nos reímos otro tanto y nos quedamos allí en esa banca fumando como si nada hubiera pasado.

- Vamos a tomarnos unos tragos, el bar de aquella vez está cerca.

- No creo Jae, es tarde y tenemos que regresar al hotel, que por cierto está bastante lejos de aquí.

- Amanecemos aquí en un motel de aquellos que parecen ratoneras, o vamos por favor, se supone que estas son nuestras vacaciones y todavía no hemos hecho nada loco. Le puse cara de cachorrito mojado.

- Tú y tus locuras, aish está bien lo haré solo porque me dieron ganas de tomarme una presidente, no sé qué hacen pero es deliciosa.

....

Ya eran las dos de la mañana y nosotros aun en la pista bailando y cerveza en mano. La música estaba en su buena con Alesso. Todos comenzamos a brincar en medio de la pista, y nos mojamos de cerveza, tenía toda la camisa totalmente húmeda. Yunho me tomo de la cintura y seguimos bailando, estábamos de borrachos. Todo a mí alrededor comenzó a dar vueltas.

-Me voy a caer! Grite a todo pulmón y a carcajeadas. Yunho me sostuvo aún más fuerte de la cintura con ambas manos desde atrás.

-Esto está buenísimo, a beber! Me paso otra cerveza, pero yo no podía más y me eche encima desde mi cabeza, incline mi cabeza hacia atrás la recosté del hombro de Yunho, y este la giro con su mano derecha y lo único que supe es que sus labios estaban sobre los míos, se sentían tan malditamente bien que me acomode mejor y puse mi mano en su nuca para halarlo y hacer más profundo el beso, a lo que él me apretó más a su agarre. Sus labios húmedos con sabor a cerveza, a cigarros, deliciosos. Yo me gire por completo hasta quedar de frente si separarme del beso, mientras el subió sus manos por mi espaldas, inquietas sin saber dónde estacionarlas.

InterminableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora