Mi padre, no me hagas reír

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-donde está el hombre que dice ser mi padre. Grite al entra en la casa, estaba enojado irritado, asqueado y todo las cosas vomitivas que existen.

-¿eres tu hijo? Me hablo un hombre no muy alto, de complexión rellena, ojos cafés detrás de unos lentes, su rostro oculto tras una capa gruesa de barba atestada de canas, y un traje naranja parecía salido de un circo de la peor calaña.

"hijo"

"basura de hombre"

-no me llames hijo ¿Qué quieres? Su rostro se volvió confuso ante mi pregunta.

-esta demás la pregunta, no te culpo por tratarme así. Sonríe. -Pero yo lo único que quiero es que me perdones y me dejes conocerte, no fui un hombre bueno y lo estoy pagando créeme. Baja la cabeza y mira a su alrededor como buscando las palabras que se le atraviesan en la cabeza y no las deja salir.-solo quiero saber que de ti, conocerte y revivir un poco de lo que perdí contigo.

Carcajeo, pero cabron de mierda.

-oh maravilloso, claro vamos a olvidar todo y seremos los mejores amigos ahora ¿que te parece? Lo tomo de los hombros y lo empujo al mueble y me siento junto el.-Vamos cuéntame querido ¿papa?¿te digo así o cómo quieres que te llame? hijo de puta cobarde de mierda, basura asquerosa, no eso suena muy grosero ¿cierto?. Pongo un dedo en mis labios fingiendo pensar.

-qué tal si te digo flor preciosa? Y hasta ahí llego la conversación, me cacheteó fuertemente en la mejilla derecha, todos se asustaron. Y yo sonreí.

-ves ya me conociste ahora lárgate de mi casa, aléjate de mi vida separados nos va mejor. Me levante y me pare en el pasillo señalando la puerta.

-hijo perdóname, tu no estas ayudando, no creí que fueras a recordar aquello.

-nunca he olvidado nada y nunca lo haré ¿que es lo que quieres? porque conociendo lo lacra eso de conocerme y ser padre no te va, ahora dime que quieres, arruinarme la vida otra vez, se buen padre y desaparece.

-en verdad quiero redimirme, me estoy muriendo y solo quiero conocer un poco a mi hijo, eso es mucho pedir, no fui perfecto pero ahora estoy parado frente a ti abriendo mi corazón ¿ya no puedes recibirlo?

-y cómo crees que me sentí yo eh? aquel día que decidiste cambiarme por una botella dime, como me sentí? creíste que no recordaría porque era apenas un niño de tres años, pues déjame decirte que nuca lo olvide.

La habitación se inundó de un silencio sepulcral mientras él me miraba a los ojos inquisitivo a la espera de algo, cuando una lágrima salió de esos ojos cafés.

-¡mierda! Tienes corazón, pensaba que no. Añadí.

-entiendo el que no quieras verme. Susurro apenas audible en la habitación.-Sé que no te puedo exigir nada y menos que me recibieras con los brazos abiertos pero no me rendiré, haré todo lo que este en mi alcance para llegar a ti...solo necesito tu perdón.

-y lo que yo necesito qué? por una vez en tu vida has algo bien y solo aléjate. Dije algo destrozado, es que de verdad me quería arruinar otra vez. Hasta que el comenzó a caminar en dirección a la puerta y mi padre le dio espacio para que caminara, pero no llego a salir porque se desmayó en pleno pasillo.

Todos se acercaron a ver que le sucedió mientras yo apenas podía respirar, me asome a la ventana

Dios allí fuera hay tantos paparazzis a la espera de una buena noticia, de algún escándalo que le dejara miles. No me di cuenta cuando llego una ambulancia porque él no respondía a los movimientos "lo que me faltaba, que muera en mi casa"

InterminableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora