¿Donde estoy?

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En realidad pensaba que corría buscando una salida, la verdad era que la silla de ruedas me ayudaba a avanzar más rápido para salir de ahí.

Jazz empujaba la silla de ruedas, no era normal que saliera a pasear con algo así por las calles, me era difícil avanzar. Pasamos por el pasillo de urgencias hasta llegar por la parte de atrás que para mi sorpresa era imposible seguir, habían árboles y cables de electricidad por todos lados.

Tome una madera para sostenerme ya que aún me dolía el tobillo, tuvimos que rodear todo aquel lugar para poder salir.

Ella se detuvo por un momento,

Jazz: Necesito ir a casa, anoche esta situación no se encontraba así. Necesito saber como están mis padres, no puedo irme sin ellos.

Era necesario que nos separáramos, apenas la conocía - dije entre mi.

Le comenté que se cuidará en el camino ya que vivía del otro lado de la ciudad.

Tome la mochila y seguimos por caminos opuestos.

No había nadie en las calles, solo escombro por todos lados y la forma más rápida de llegar a casa era tomando algún vehículo que para mi suerte no tenía.

Camine poco a poco hasta que llegué a una casa aledaña al hospital, referí que no había nadie ya que todo el lugar estaba abierto y muy tranquilo.

En la búsqueda de personas por el lugar, mire por la ventana y vi un auto acercarse. Me pegue a la pared mirando por unas de las rendijas de la ventana para observar cual era su dirección.

En segundos la camioneta se detuvo en la casa de enfrente, razón por la cual salió una mujer la cual apuntaba que en la casa de enfrente había entrado alguien.

Vi como el dueño de la camioneta se bajó, varios hombres armados le siguieron y les dijo que rodeen la casa.

Me deslice por el piso para llegar a la parte de atrás de la casa, que para mi suerte estaba lleno de un peludo y horroroso pastizal, como pude fui hacia la abertura de una malla que separaba una propiedad de la otra. Me quede sentado ahí por un largo rato. No era capas de hacerme el valiente y preguntarles amablemente que deseaban.

Minutos después, no encontraron a nadie motivo por el cual dejaron aquel lugar, por un momento me sentí muerto.

Camine sigilosamente por las calles, hasta ese momento supe que olvide los medicamentos en la casa pero ya no importaba mucho regresar ahí, llegue a mi departamento algo tarde estaba apunto de oscurecer. Fui al mini bar y todo era un desastre. No había energía eléctrica. Tome lo necesario para pasar la noche, guarde comida, ropa y algunos utensilios de cocina. Había llegado el tiempo de bajar mi Katana del stand y usar el arma que me había heredado mi abuelo.

Necesitaba un vehículo para poder salir por la ciudad o por lo menos ese era mi plan.

Mientras buscaba en un cajón mi arma escuche que alguien entro corriendo y subió las escaleras.  Me escondí de inmediato detrás de la puerta. Espere unos segundos y...

KaminantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora