Por inercia y al tratar de proteger a mis amigos me di cuenta que estaba apuntando por primera vez con el arma a su padre, no estaba listo para detonarla, ( de eso estaba completamente seguro). Cuando vi a Jazz en aquella puerta de lo que parecía ser una oficina, -le grité.
La recordaba bien por su cabello y por la lesión de su oído, no era momento para gritar, los saqueadores de la carretera nos andaban buscando y debían estar cerca. Pero en ese momento no pude evitarlo.
Jazz: Papa baja el arma. Ellos me ayudaron a salir del hospital. - Tomando el arma de su padre.
- descuiden muchachos solo trata de proteger a la familia- Comentó
Yo: ¿ayudaron? Qué rayos te pasa ¿estas drogada? ¡Yo te saque de ahí! - pensé gritando en mi mente.
Jazz: Hay lugar para tres personas más. -Señalando la bodega de atrás.
Mirna: No queremos un lugar gracias. Sólo nos ocultábamos de unas camionetas que nos seguían. Seguiremos nuestro camino en unos minutos.
A veces las palabras y la rudeza de Mirna no eran adecuadas. ¡Y menos cuando tienes armas rodeando tu cráneo!.
¡Reunion grupal!- Gritó Julián
No se sí muy seguido hacían eso pero ¿reunión grupal? - Pensé
Julián insistió que nos quedáramos sólo hasta mañana y partir muy temprano. Y así era más fácil conducir.
Mirna: No creo que sea buena idea quedarnos, la noche nos puede servir como refugió en todo momento. Si nos apuramos llegaremos en un par de horas, estamos muy cerca.
Yo: La verdad no tengo nada que decir. Ya nos salvamos de que nos vuelvan unos coladores (refiriéndome al utensilio de cocina que solía tener mi mama) y que por poco su papa de la maniática nos despelleje.
Julián: ok va, nos vamos. - repitió una y otra vez.
Ok va, -esta bien -está bien -esta bien
Jazz: ¿Se quedan a cenar con nosotros?
Julián: Gracias en verdad pero seguiremos nuestro camino.
Yo: Nos encantaría pero será en otro momento.
Mirna: Ya niñas suban sus traseros al auto y Julián ve a atrás. Te toca manejar. - me ordenó con voz fuerte.
Yo: ¡Vale! - No estaba seguro de hacerlo pero no quería retomar otra discusión.
Di la vuelta para salir al camino e irnos de ahí. El lugar me era familiar, se que tarde o temprano pasaríamos por un rastro, la desventaja era que por esta ruta nos quedaba aún más lejos para llegar con sus padres de Julián.
Hasta el momento no había encendido los focos del vehículo para protegernos de que no nos vean. Dado al camino que estaba lleno de huecos tuve que hacerlo, pero no podía creer lo que estaba pasando a unos pocos metros de nosotros. Me detuve y Mirna encendió los faros de neblina. Habían reses tiradas en el camino y nuestra sorpresa fue que la gente que estaba ahí sacaba espuma por la boca y en un abrir y cerrar de ojo ellos se dirigían sobre nosotros.
Mirna: Amores míos es hora de ver lo que aprendí en el ejército.
Tomó un arma y se aferró a tirar a todas aquellas cosas que ya no se podían llamar humanos.
Desfilaban las balas sobre cada una de aquellas cosa corriendo hacia nosotros.
Aceleré abriéndome paso ante todo lo que se me atavesara.
No paré, seguí manejando por un largo rato hasta que perdimos de vista a esas cosas..
Después reaccione que aún traíamos a coco con nosotros y que ya se le había pasado el efecto del sedante.
Así transcurrió el tiempo entre árboles y casi selva por mucho tiempo. Hasta qué llegamos a la entrada del lugar. Se veía muy raro sin luz, sólo al resplandor de la luna.
Del lugar salieron cuatro personas y nos ordenaron que nos bajáramos del auto.
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Kaminantes
Mystery / ThrillerJamás nos detenemos a pensar que consecuencia tienen nuestros actos, y no dudo en lo absoluto que es hora de que la naturaleza reclame su lugar. Un error humano puede traer graves consecuencias tanto así como para migrar y también emigrar para logra...