Nueve.

52.9K 6.2K 2.1K
                                    


#MaeDay

Capítulo nueve: No te voy a dejar.

Caminé de un lado a otro y me fijé en el ordenador donde se podía divisar el escenario, y en otra pantalla a la gente. Ya quedaban pocos asientos vacíos y me estaba estresando.

De: Joseph Gunn.

Hora: 21:22 pm.

«¿En dónde estás? Mi hermana te espera y sinceramente estoy aburriéndome aquí».

De: Mae Griffin.

Hora: 21:26 pm.

«Sólo un segundo. Estoy intentando solucionar un problema, es urgente».

Y no respondió más. Bien.

—Derek, Derek —murmuré negando con la cabeza mirando todos esos botones frente a mí— Te voy a ver y te voy a golpear. Ay, no puede ser, estoy hablando sola —me di una cachetada y reaccioné— y cállate, Mae. Concéntrate. ¿En serio estoy haciendo esto? —me rasqué la cabeza, moví una de las cosas que estaban ahí y una sonora flatulencia sonó ascendentemente.

Abrí los ojos y volví a bajar el sonido.

Okay, eso no estaba funcionando. ¿Y por qué rayos había un gas en las opciones de sonido?

De pronto empecé a oír risas y a gente confundida mirando alrededor.

Mi teléfono sonó.

—¿Qué fue eso?

—Toqué un botón que no debía, papá.

—No, ¿en serio? —contestó y tomé aire.

—Adiós —colgué.

Estuve como cinco minutos observando la consola y una gran luz vino hacia mí. Me fijé al lado y había una libreta con los diálogos y números al lado de algunas frases.

—Cómo no se me ocurrió antes.

Pero alguien entró a la cabina y tocó no hombro.

—Puedo hacerlo.

—¿Qué haces aquí?

—Ve, Mae.

—Pero...

—Sé usarla, tranquila —asintió y sonreí. No pude aguantarlo y lo abracé.

—Te besaría y todo.

—¿Lo harás? —Me sonrió alzando las cejas y negué riendo.

—Sigue soñando, Max. Pero gracias —besé su mejilla y salí del lugar sintiéndome libre de ese cargo.

Corrí hacia donde estaba Grace y la llevé a la oficina de mi padre, su hermano nos seguía.

—Dime los planetas.

—No lo recuerdo, Mae.

—Grace, ¿no sabes los nombres de los planetas?

—Sí lo sé, pero no recuerdo todos —me fijé en su hermano, nos miraba estudiar. Tomé aire y recordé algo que mamá nos había enseñado.

Meveti majusau neplu.

—¿Qué?

—Repite eso, meveti majusau neplu.

Meveti macusau neplu.

Majusau. Ese es el orden de los planetas.

—No entiendo, Mae.

EternecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora