Autógrafo

-Capítulo I-

Mi frase se había ido en el viento y solo había quedado mi cara de idiota y su divertida sonrisa. No sé por cuánto tiempo la estuve observando, pero fue inevitable. Había algo en sus ojos que había provocado cierta hipnosis por mi parte y me resultaba difícil poder quitar mis ojos de los suyos. Tenía una nariz respingada y unos labios rosa muy finos, sus mejillas pronto se tornaron de un leve carmín. Observé cómo se soltaba el cabello y lo desordenada ligeramente. Genial Dragneel la pusiste nerviosa.

—Ya veo, entonces, ya no es tan tonto—dijo riendo, pude notar cierto nerviosismo.

Cuando volví a la realidad, después de haber escuchado esa melodiosa risa, sonreí al igual que ella. Pero por alguna razón sentí que mi sonrisa no era común si no una más babosa...

—Sí, es más, tengo que agradecerle a Levy.

— ¿Tu novia?—preguntó moviendo su cabeza hacia un lado.

Torcí el gesto ante tal pregunta. ¿Era una broma?

— ¿Levy McGarden? Para nada—dije riendo—, es la novia de mi hermano.

—Oh... Siento haberte incomodado.

—No te preocupes.

La rubia que tenía delante era lo contrario a mis expectativas, ya que Gajeel y yo siempre hemos pensado igual de todas las rubias. Que supuestamente tienen falta de cerebro, parecía que había alguien que desafiaba aquellas expectativas. Ya que era muy pronto para asegurar que era lo contrario, no la conocía como para poder afirmar aquello.

—Tu nombre es...—dijo intentando hacer que siguiera su oración.

Sonreí.

—Natsu Dragneel—dije mientras tomaba un sorbo de mi frappuccino—, ¿tú?

Parecía algo confundida por un instante, como si se lo pensara.

—Lucy Heartfilia.

—Y qué... ¿también viniste a la firma de autógrafos?—pregunté en una vano intento por alargar la conversación.

—Hm... algo así—dijo sonriendo—. ¿Tu si?

Afirmé asintiendo con la cabeza.

—Tengo un hermano algo persuasivo cuando tiene que ver con su novia y yo usualmente termino pagando platos.

Río nuevamente y yo no pude pensar en nada más bonito que esa risa.

—Eres de por aquí entonces...

Algo de duda se sentía en sus palabras. Le di la razón preguntando si ella no. Me dijo que efectivamente tenía unos asuntos pendientes en Fiore y sólo estaba de paso. Se quedaría un mes como máximo y regresaría a su hogar. La conversación seguía fluyendo y era todo muy extraño, puesto que soy sociable pero no de esta manera. Lo usual no era sentir tanto interés por una completa extraña. Había terminado sabiendo que Lucy estaba trabajando en una editorial que tiene su sede principal en el este de Magnolia, en un pueblo pequeño me había mencionado. Vivía sola con su hermana. Se había mudado para un proyecto de la editorial donde trabajaba, de allí a que se cambiaba temporalmente de ciudad. Vaya sorpresa al enterarme de que su departamento alquilado quedaba a la vuelta de donde yo vivía.

—Que coincidencia... también trabajo en una editorial—dije sonriendo.

—Bueno la editorial en donde estoy es de una compañía de libros... Ha sido interesante trabajar con ellos ya que me mandan por muchos lugares de Magnolia.