Mire el reloj y ya faltaba poco para tener que levantarme e ir a la universidad, por lo que decidí levantarme de una vez, ya que la pesadilla había ahuyentado todas mis ganas de dormir. Ahora vivía con mi Tia Sam en un departamento diferente, en una ciudad diferente. Los recuerdos eran muy malos, por lo que decidimos comenzar de nuevo.Me vestí rápidamente, y tomando mi mochila salí de mi habitación.
-Buenos días- salude a mi tía, quien tomaba un cafe en la barra.
-Buenos días- contestó- ¿Ya te vas?
-Si, nos vemos mas tarde.- le di un beso en la mejilla. Abrió la boca para decir algo pero la cerro.
-Cuídate.
Tome mi saco del perchero y me lo puse rápidamente, salí y camine por el pasillo para bajar 4 pisos hasta la recepción del edificio.
-Buenos días- salude al guardia y el asintió a mi dirección, corriendo a abrir la puerta.
Susurre un gracias y salí a la fría calle de Londres. Vivía en un sector muy tranquilo, había muchos niños jugando en las calles por las tardes y personas paseando a sus perros por las mañanas.
Ahora mismo estaba desierta, ya que era un poco antes de las 7 y ya que no tenia auto, tenia que tomar el autobús.
Llevaba 2 meses en la universidad, estudiando derecho, aunque no me gustara, sentía que eso era lo que tenia que hacer. Fue una decisión muy difícil ya que estaba escogiendo lo que haría toda mi vida, algo en lo que tenia que ser buena y tener éxito.
Cuarenta minutos después estoy entrando en la universidad, buscando el salon de plagios.
El día pasa a rápido y agradezco eso, ya que constantemente busco cosas con las que distraerme. Camino por los pasillos atestados de gente, cuando de repente alguien me empuja en el hombro.
-Perdón- escuche y me gire solo para saber quien era.- ¿Paula?
-Zack.
Era Zack, mi mejor amigo de Brighton, la ciudad donde vivía antes.
*
-Paula, tienes que levantarte- escucho la voz de mi tía Sam y niego con la cabeza.-Me quiero ir- susurro.
-¿A donde?- pregunta. Se sienta al final de la cama con sus manos en su regazo, sus facciones han sido tristes desde la semana pasada.
-A donde sea, todo me recuerda a ella- digo y la miro.
-Oh, Paula, tal vez deberias irte un tiempo con tu pap..-
-Ni siquiera pienses eso- la corto rápidamente. Mi papa es la única persona que he llegado a odiar. Nunca respondió por mi cuando mama quedo embarazada, se fue y se caso con otra persona y ahora vive feliz. Tampoco se comunico para ayudarnos con las operaciones y medicinas del cancer de mi madre. Y ahora en el funeral se digno a venir y pedirme que me fuera con el, pero yo no quiero. No quiero vivir con su familia.
-Entonces vámonos- contesta, despertándome de mi ensimismamiento.-¿Cuando quieres irte?- pregunta.
-Lo mas pronto posible- digo sin dudar.