Capítulo 27

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En la noche tuve un sueño raro,soñé que me casaba con Ricardo y no con Oliver, toda nuestra familia estaba presente, incluso Franco, José, Eliza, Camil, estaban presentes pero no estaba Oliver, yo estaba contenta, no me importaba si el estaba ,yo me estaba casando feliz.

Cuando me desperté, repase todo lo que soñé,se me hacia raro, pero no quise ponerle mucha atención,me desperté un poco tarde,cuando baje al comedor vi que mi familia a un no empezaban a desayunar, apenas se hiban sentando.

-Buenos días - Dije
-Buenos días hija - dijo mi madre
-De una vez les digo que su tío está muy nervioso por la boda,haci que no quiero que lo pongan mas nervioso y que no lo hagan enojar - nos dijo mi padre a mi hermano y a mi
-El por todo se pone nervioso - contestó mi hermano
-Y hoy más,haci que no quiero que lo molesten, es un día muy importante en su vida, es normal que este nervioso- dijo mi madre
-Yo les prometo que no le diré nada, más al contrario lo apoyare en lo que más pueda - conteste
-Gracias hija - dijo mi padre mientras leía el periódico
-Yo no les prometo nada- dijo mi hermano.

Al poco rato bajo mi tío,es una tradición en algunas familias que el novio salga de su casa rumbo a la iglesia, lo.mismo pasa con la novia, dicen que si los novios se ven es mala suerte en el matrimonio, y en mi familia se cumpliría esa tradición.

-Buenos días familia - dijo mi tío
-Buenos días - contestamos los cuatro en coro.
-¿Estas nervioso? - Pregunto mi madre a mi tío.
-Si,un poco - contestó mi tio
-Tranquilo, no pasa de que te deje plantado en la iglesia - dijo mi hermano.
-Que les acabo de decir - dijo mi padre -Era inevitable - contestó mi hermano -No te preocupes cuñado, si Angélica me deja plantado, tu me tendrás que aguantar - contestó mi tio Eduardo con una sonrisa sinica.
-Hasta cres que seré tu paño de lágrimas, si ella te deja plantado es porque en verdad ni te quiere - contestó mi hermano.
-Bueno ya basta, parecen niños chiquitos- Intervino mi padre.
-Cambiando de tema ¿cuando te vas pulga? - Me pregunto Eduardo.
-Mañana en la noche - conteste
-Que lastima,no te podre acompañar al aeropuerto - dijo Eduardo.
-No te preocupes, entiendo que te irás de luna de miel, cuidate mucho y disfrutala - conteste
-Creeme que lo disfrutare y mucho pulga - dijo con una sonrisa mórbosa.
-Eduardo - dijieron mis padres
-Es la verdad - contestó mi tio.
-Si pero no digas eso delante de él niño - lo reprendió mi mamá.
-Hay bueno ya,ya lo veré de grande, hasta me contará con lujo de detalle y las posiciones que hicieron - contestó mi tio.
-EDUARDO - dijirón mis padres algo molestos, mi hermano no tenía idea de que hablábamos.

Desayunamos platicando sobre la boda, que no se pusiera nervioso ni nada de eso, lo primero que dice mi papa y lo primero que va a hacer, en fin Eduardo no estaba tan nervioso, de hecho se veía tranquilo, relajado, me dava gusto por el,me encantaba verlo haci y no todo nervioso, tenso y angustiado.

Terminando de desayunar cada quien subió a su cuarto para cambiarse,ya era algo tarde haci que nos tendríamos que apurar.

Me metí a bañar, cuando salí me puse un vestido rojo, el corcet tenía piedras brillantes y tenía en forma de corazón, tenía algo de vuelo, el vestido me llegaba abajo de la rodilla, me puse unos zapatos rojos, me ondule el cabello y lo deje suelto, las ondas se acomodaron a la perfección se veían bien,me maquille y por fin estaba lista,me lleve una cartera de color blanco para guardar mi celular,me gustaba como me veía ya que el rojo se veía bien en mi piel,baje a la sala con el regalo de mis tíos, y los regalos que Eliza me dio para que se los diera a sus padres, mientras esperaba a mi familia decidí jugar con mi celular, el segundo en bajar fue mi hermano,traía un traje negro,una corbata del color de mi vestido,su cabello lo llevaba alborotado, se veía guapo.

Empesamos a platicar sobre varias cosas, Fabián tenía ganas de saber como era Nueva York, como era el zoológico de central park,en especial quería saber si si se encontraban los pingüinos,le conté como lo conocí y las estupideces que ese día dijo Ricardo, el no paraba de reír, le platique de él, de como era su forma de ser,y las ocurrencias que decía, también le hable un poco sobre Oliver le conté que era guapo y muy atento con nosotros,le platique que el día que conocimos central park el fue con nosotros en fin,me dio ternura ver a Fabián haci de atento a todo lo que le conté, me recordó las veces que mi papá nos contaba historias de pequeños,ambos no dejábamos de prestarle atención, a Fabián lo entre mucho,extrañaba sus travesuras y sus tonterías.

Mi acesor de pisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora