Sufrimiento

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Estaba paralizada. Tenía los ojos muy abiertos y sus labios sobre los míos. Notaba mi corazón palpitar a gran velocidad, aguantando la respiración. Mi cara estaba roja y hasta tenía calor. Este tío está loco. ¿Quién besa a alguien para que no hable? De repente, escuchamos el sonido de algo aplastarse. Y otra vez. Y otra. Así sucesivamente mientras unos zapatos corrían. Axel quitó sus labios para escuchar con atención. Los pasos se hicieron más cercanos y, a continuación, alguien intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada. Maldijo y echó a correr otra vez. Fruncí el ceño por la familiaridad de la voz. Axel se tapó los labios y abrió suavemente la puerta, echó un vistazo y se giró hacia mí.

—Todo despejado. —asentí y él salió. Le seguí y me quedé sin aliento. Todos los zombies estaban muertos. Más aún quiero decir. No sé quién lo había hecho, pero wow. Sin embargo, nuestra sorpresa no duró mucho ya que en seguida oímos el ruido de más bichos como esos muy cerca. Axel me tiró de la chaqueta y andamos hacia las escaleras. Justo en ese momento me acordé de algo.

—Espera —él se giró extrañado mirando cómo sacaba de mi mochila el estuche y le enseñaba unas tijeras. —Deberías cogerte unas. Si una cosa de esas se nos cruza no querrás matarla con las manos. —asintió y sacó las suyas. Seguimos bajando hasta llegar a la primera planta, que estaba infestada. Tuvimos que salir por el gimnasio a toda mecha para que no nos atrapasen. Cuando conseguimos salir, todo el instituto estaba lleno de zombies. Íbamos a marcharnos cuando oímos una voz.

—¡Eh! ¡Vosotros! —Buscamos de dónde procedía la voz —¡Aquí arriba! —cuando levantamos la mirada vimos a Scarlet. Genial. Me sorprende que aún siga viva. —¿Podéis ayudarme a salir?

—Va a ser complicado, estás en la segunda planta y abajo están la mayoría de los caminantes.

—Por favor, no hay nadie más, todos están muertos. Por favor... —Axel suspiró y se puso a pensar. Yo simplemente examinaba a Scarlet. Tenía una falda con medias y un jersey azul debajo de un abrigo rosa. Pero toda su ropa estaba manchada de sangre. Su larga melena castaña rizada la hacia tener un aspecto salvaje, y esos ojos... Cuando era su amiga todas las miradas estaban puestas en ella. Todas las chicas querían ser como ella, incluida yo. Pero después de lo que sucedió... Moví la cabeza y volví a centrarme en ella. Analizándola mejor, pude comprobar que tenía un bate... Y ahí se me encendió la bombilla.

—No puede ser... —Axel me miró, interrogante. No pude hablar, ya que entonces me di cuenta de que la entrada del gimnasio estaba siendo golpeada desde dentro. —A - Axel...

—Oh no. ¡Hey tú, chica! Tienes que saltar, ¡los zombies van a salir ya!

—¿¡Qué?! ¡Estoy en un segundo, me voy a matar!

—¡No! ¡Date prisa, van a salir! —justo la puerta se rompió, dejando ver a cientos de caminantes.

—¡Mierda! —fui retrocediendo mientras miraba a Scarlet. Cuando iba a saltar, uno de ellos la agarró del brazo. Aguanté la respiración. Ella pegó un grito y usó el bate. En toda la cabeza. Le dió repetidas veces antes de coger impulso y saltar. Aterrizó sobre el tobillo izquierdo, que seguramente se rompió por el grito que pegó. Axel fue a ayudarla mientras que yo estaba parada viendo como se acercaban hacia nosotros.

—¡Chicos corred! —fui hacia ellos y ayudé a Scarlet. Los tres fuimos corriendo mientras nos perseguía una manada de no muertos. Conseguimos escapar fuera y Axel intentó cerrar la valla. Solté a Scarlet y le ayudé, cerrándola justo a tiempo. Soltamos un suspiro, pero un zombie agarró a Axel del abrigo y lo atrajo a la verja. Sin pensarlo, saqué las tijeras y las clavé en su mano varias veces, haciendo que le soltará. Lo malo es que no las retiré y se las llevó consigo. Recuperamos el aliento mientras nos mirábamos, eso había estado cerca.

Revelation of deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora