Charlie

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Toc... Toc... Toc...

Me despierto y miro mi reloj, son las 3 de la mañana, la hora del diablo decía mi abuelo. Me dirijo a la puerta pensando que es uno de los vecinos. Se han quejado últimamente por los gritos que doy mientras duermo, pero no puedo evitarlo, estos sueños han vuelto a aparecer hace casi dos semanas. Son tan vividos que siento como si volviera a través del tiempo, en mis sueños veo la muerte de Han una y otra vez. No dejo de pensar que fue mi culpa. Si no fuese por mí, todavía estaría vivo.

Para mi sorpresa, cuando abro la puerta no hay nadie. Miro hacia ambos lados y no encuentro nada. Cierro la puerta y me dirijo al baño. Me hecho agua en la cara para disipar el sueño que aún sigue rondando en mi cabeza, me miro frente al espejo y veo que tengo un aspecto deplorable. Hace una semana que no me afeito. Hace unos meses que no me corto el pelo que ya me llega a los hombros. También me impide ver bien así que me lo hecho tras mi oreja. Bajo mis ojos verdes ya se ven las ojeras. Generalmente duermo dos o tres horas, después, las pesadillas me levantan.

Me acuesto otra vez y cierro los ojos. Que será de Andy y de Olson...

Toc... Toc... Toc...

El sonido de la puerta me despierta por segunda vez, pero esta vez es diferente, cuando abro la puerta encuentro un sobre. Abro el sobre y para mi sorpresa veo una nota: "Saludos Charlie. Atentamente: Codicia"

Inspecciono el pasillo nuevamente, esta vez atento a cualquier cosa. Entro a la habitación y me pongo una camisa y unos pantalones, cojo mis zapatos y tras de mi escucho una voz.

-Qué mal te ves Charlie -No. Todo menos ellos. No de nuevo.

-Hola Desgadh, creí que se encontraban en un lugar donde no molestaran a nadie -digo tratando de mostrarme sereno-. Y más aún después de lo que pasó con Codicia.

-Te alegrara saber que tu amigo Max regreso a la ciudad. Ahora él es el nuevo Codicia.

-Oh no, Max –por un momento creo que voy a echar a llorar-. Así que él te envió.

-Así es. Dijo que seguramente tú ya no tendrías el Collar, que seguramente lo votaste en algún lugar donde nadie lo pudiese encontrar.

La verdad es que no lo tengo, después de Ese Día había decidido que no quería volver a usarlo, pero la parte racional de mí, había dicho que no querer usarlo no significaba que no volvería a necesitarlo, así que lo escondí en una fábrica abandonada a unas cuantas calles del hotel.

-Tal vez, pero no creo que Andy o incluso Olson lo hayan hecho, ¿acaso Max pensó en eso?

-Me gustaría seguir hablando contigo pero entre antes termine contigo será mejor.

Él mide casi dos metros y medio. Es demasiado fuerte, casi toda su especie lo es, pero él es más fuerte de lo normal. Sin embargo es mucho más lento. Se mueve lo más rápido que puede hacia mí pero esquivo su golpe, su puño asesta contra la pared y abre un hueco en ella. Mierda, un golpe de esos sin el Collar y me dejaría inconsciente e incluso muerto.

Corro hacia el pasillo y una vez ahí, hacia las escaleras. En ellas hay por lo menos 20 Ponsber. ¿De verdad estaban tan confiados de que no tenía el Collar? Eso parece subestimarme, supongo que el ego de Max, bueno de Codicia, ahora es más grande de lo que normalmente era.

Golpeo a uno de los Ponsber en el estómago y cae de las escaleras hacia el vacío 20 pisos hasta llegar al primero. De él comienza a salir un líquido morado, sangre. Salto sobre ellos hasta llegar al otro lado de las escaleras, veo que Desgadh se acerca y eso no es bueno. Bajo unos 3 pisos y cuando lo veo cerca de mí, salto al vacío.

Un regreso inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora