Parte 5

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Hace unos días, descubrí entre papeles, libros y demás una serie de cartas a medio quemar que hablaban sobre ti. Unas que no llegué a enviar y otras que eran simples borradores.

Empecé a jugar con ellas con la intención de buscarles un orden cronológico. Leerlas no fue fácil en ningún sentido; físicamente, no se encontraban en buen estado, y psicológicamente, yo tampoco.

Me encontré que, entre una y otra, el cambio había sido muy brusco y me puse a pesar el porqué.

Recuerdo estar escribiendo cada una de ellas con una ideología completamente diferente, al igual que ahora estoy escribiendo ésta– la cual por cierto, estoy segura, tampoco llegarás a leer.

Intento descifrar, de ser posible, la manera en la que te veía a medida que escribía. El orden en el que las he puesto hasta ahora sigue un conjunto de frases que han sido unidas y modificadas por el bien común:

"Al final, todo pasa, o se disminuye, o se sustituye.
Antes te amaba, luego te quise, ahora te recuerdo.
Dentro de poco no seremos más que desconocidos
con secretos alguna vez compartidos,
y eso que quedamos en un para siempre amigos."

Después de tanto tiempo, no le busco un culpable a todo esto. La suma de situaciones, pensamientos y dudas pudo más que nosotras y eso es algo que no puedo controlar.

Mis amigos te reconocen al decir Roma, ya que me refiero a ti como tal. El pensarte y decir esas cuatro letras después de cualquier acto no es atípico de nuestra vida cotidiana, aunque debo admitir que ahora solo las pienso para dar la idea de que estoy bien. No lo estoy, pero no puedo hacer más que seguirle el juego a la vida.

Más de una vez me he levantado y he tardado horas en recordarte. Claro que no es mucho el tiempo de intervalo entre esos días y en los que me pregunto si no te cansarás de rondar en mi cabeza. Honestamente, es extraño. No estoy segura si debería haberte olvidado para ahora o si en algún momento de mi vida lo haré. No creo que haya un protocolo qué seguir, así que por el momento no cambiaré nada de lo que he hecho hasta ahora. Muchos son capaces de decir que es un error hacerlo, que debería cambiar mi comportamiento; yo no lo creo así. "No es como si alguien en realidad supiese lo que está haciendo." Ésta es de las mejores frases que he leído en mi vida. Hay personas que tienen un plan, un proyecto de vida, eso no lo discuto. Sin embargo, los planes son la manera en la que la vida se burla de todos nosotros. En mi caso, la vida no ha ido acorde a lo planeado. Falta ahora descubrir si eso es algo bueno o malo.

Espero que lo estés pasando de maravilla en tu nueva casa y que ésta se logre convertir en un hogar para tu corazón. Yo por mi parte, seguiré escribiendo lo desconocido y buscando lo imposible.

Es cierto, debería seguir adelante con mi vida y forzar tu salida de mi mente, pero tengo miedo de que al coaccionar, se cierre dicha puerta para convertirse en un peligroso laberinto sin escapatoria. Me lo puedo imaginar fácilmente: una luz general con la falsa idea de encontrar esperanza, paredes blanquecinas no demasiado altas pero lo suficiente como para no ver al otro lado, recuerdos hechos cuadros y, detrás de ellos, la blanca superficie abollada a base de golpes recibidos. Una que otra vez, trozos de vidrio roto en el piso, espejos en vez de techo, transparencia como suelo firme, drásticos cambios de temperatura y de escenario, olores imprevistos sacados de mi memoria, desastres naturales en largos pasillos y escaleras formando figuras imposibles, desafiando las leyes de la física.

Ese es tu hogar en mi mente. Cada día que pasa me alejo un poco más de la puerta. Sé que no puedo perderla y que eventualmente volveré a encontrarla. Hasta entonces, buscaré lo imposible en las formas menos apropiadas o esperadas por tu persona.

Gracias por las menciones y aclaraciones nunca hechas; me han ayudado a madurar y ser la persona que soy hoy, ya que uno indudablente aprende de los errores cometidos por uno, pero existe una mayor complejidad de lo que uno cree a simple vista en crecer a base de los descuidos de otro.

El Eclipse de tu AusenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora