Caminaba con la mirada baja, ninguna expresión había en su rostro, parecía muerta en vida, caminaba como zombi sin esperanza alguna, se veía tan decaída que no se notaba en ella ninguna esperanza para seguir. Motivos... no no tenía ninguno en realidad, más que su hermosa familia a la cual amaba demasiado y estaría dispuesta a hacer todo para que ellos sean realmente felices. Sin importar su dolor o lo que a ella le cueste hacer, no descansaría hasta verlos orgullosos y felices a todos. Así caminaba perdida en sus pensamientos cuando de pronto una dulce voz interfirió en ellos -ELIAANNAAA- escuchó a lo lejos, era Alex su mejor amigo, la llamó con una emoción indescriptible tanto que la sacó de inmediato de sus pensamientos, y el susto que se dio fue peor, pues por regresar a verlo tropezó con una pequeña roca y casi pierde el equilibrio, mientras el corría emocionado a abrazarla ya que hacía tanto tiempo que no se habían visto, tres meses para ser exactos Eliana estaba emocionada de volver a ver a "su buen amigo" eran muy unidos, siempre estaban juntos salían a todas partes, hacían mil locuras juntos, con el Eliana era feliz y se olvidaba del mundo si era preciso. Cantaban a viva voz por la calle siempre tomados de la mano, bailaban, gritaban y el mundo les importaba un comino cuando se sentían cerca, disfrutaban mucho de su compañía tanto que cuando llegaba la hora de despedirse este hecho se volvía casi imposible.
Mientras sus amigos todos imaginaban que ese par no podían ser más que unos tontos enamorados -baya lo que puede dar a pensar un comportamiento así- pero igual que iban a saber ellos sobre el significado de una verdadera amistad cuando la mayoría de estos ni siquiera conocían el significado de dicha palabra... esto a ellos en realidad no les importaba, lo único que querían era recuperar el tiempo perdido, hablar y encontrarse nuevamente -¡Ely!- así le decía Alex de cariño -no sabes cuánto te extrañé mi gran amiga ¿cómo estás? qué alegría verte otra vez, cuanto tiempo.-
-Alex mi loquillo, no sabes cuánto extrañaba verte de nuevo hablar contigo, ya me hacían falta tus locuras que definitivamente como dices tú curas mi cordura- Alex acompañó a Eliana a sus clases prometiendo que la vería más tarde, ella estaba muy feliz y contaba los minutos para salir de ese lugar que le gustaba menos que leer, pero le importaba mucho más que ella misma.
-Ely, no nos has dicho lo de tu novio, nos preocupamos un poco al ver que no llegabas, te esperábamos en la puerta para entrar juntas a clase, cuando te vimos con el preferimos entrar pues no deseábamos interrumpir su romance - chistaron sus amigas, soltando una gran carcajada al unísono - Ja ja ja se burlaba Eliana -No chicas ya les he dicho muchas veces que es solo mi amigo, un amigo al que quiero y aprecio mucho es todo si- refirió algo molesta -aaa lo quieres... como lo quieres, con que ojos lo vez ¿te gusta verdad?- decía Dana con un aire déspota y una actitud desafiante.
A Eliana no le gustaba mucho la actitud de esa chica así que para evitar problemas prefirió alejarse de ellas al menos por ahora, seguramente ya se les olvidará lo sucedido y todo volverá a ser como antes.
Alex en cambio se dirigía a buscar a su amiga, pero de pronto se llevó una gran sorpresa cuando se encontró con un gran amigo suyo Sebastián, se conocían desde muy niños, lo compartían todo así que se sentían muy felices de encontrase en la universidad, con todo lo sucedido Alex casi olvida a Eliana, así que para no ser descortés decidió ir a buscarla con compañía de Sebastián, al fin y al cabo, seguramente se convertirían en grandes amigos.
Eliana casi desesperaba pues ya había pasado media hora y Alex aún no había llegado, de pronto lo vio aparecer acompañado de un guapísimo muchacho alto de tés clara ojos marrones, se veía fuerte y muy agradable, sus ojos no le mintieron Sebastián además de guapo era sencillamente encantador, con sus ojos marrón y sus gruesos labios rojos complementaban su rostro haciéndolo ver sencillamente perfecto, Eliana haciendo ademanes por evitar que ellos notaran la atención que le había puesto a aquel muchacho saludo a su amigo muy molesta por cierto -Alex, pensé que ya no vendrías te has tardado muchísimo, mal amigo, te he esperado ya casi media hora y para colmo está haciendo mucho frio tanto que por poco ya llueve- Alex intentaba defenderse pero ella no le daba tregua, Sebastián al sentirse incomodo en aquella discusión de pareja aseguro el, intervino - emm... hola soy Sebastián amigo de Alex, emm me parece que él no ha venido enseguida a verte porque se ha quedado conmigo, acabo de llegar a la universidad y lo menos que esperaba fue encontrarlo a el somos muy bueno amigos sabes, no me gustaría que te molestes con él por mi culpa... mucho gusto- Eliana que para ese entonces le tomaba mucha atención; no precisamente a lo que decía sino a la forma en la que movía sus labios y perdida en su mirada, al terminar este su introducción se ruborizo y se sintió avergonzada, que bochornosa situación, frente al chico "más guapo del mundo"... Qué pensaría el... Que ella y Alex son novios como todos los demas creen o que ella esta celosa por lo que seguramente está enamorada de su amigo, pero no ella no permitiría que el pensara eso, ella miraba a Alex como su amigo y nada más. Se presentó avergonzada aun -Eliana un placer-.
Salieron los tres de la universidad cuando prácticamente ya no había nadie, el tiempo pasaba muy de prisa y se avecinaba un torrencial aguacero, no habían taxis, nadie los quería llevar, encima de eso Eliana no había llevado algo abrigado y Alex tampoco, así que el caballeroso Sebastián le presto su chompa -Dios su perfume la embriagaba, la envolvía en un remolino de emociones que pensó nunca volver a sentir, sentía que volaba, su piel se estremecía solo de imaginar que el la había usado y como le quedada, como se lo veía con ella sobre sus hombros, es que era tan guapo que no dudo en recostar su cabeza sobre su hombro para que su olor se impregnara en su piel- Al fin un taxista los recogió, los dos caballeros la escoltaron a su casa, ella bajo con la esperanza de que Sebastián no le pidiese su abrigo, pero no podía ser tan abusiva y descortés así que con un tono de voz muy bajito y un tanto sexi pregunto -¿te llevas tu abrigo?- Sebastián mirando sus hermosos ojos que habían llamado tanto su atención, echo una pequeña sonrisa y le dijo que ya mañana se la podía dar, igual él no tenía frio. Ely esbozo una gran sonrisa en su rostro y caminó hacia la puerta de su casa mientras sentía el olor varonil de su acompañante a través de aquella deliciosa prenda de vestir.

ESTÁS LEYENDO
ELL@'S
RomanceSu destino estaba marcado, sus pasos siempre serían dados con firmeza y seguridad, pero en el amor, ni un suspiro encajaría en su débil corazón, el tiempo seria eterno cada beso lo debía disfrutar como el ultimo, pues ella sabía que sobre la fas de...