Mirando al cielo recostado desde un tejado, se encontraba Alexander, pensando en todo y a la vez en nada. Eso era lo peor de todo para este chico: pensar.
Lamentablemente todos sus amigos estaban justo en ese momento de viaje, y cuando digo todos, es todos. Inclusive su hermana, pero, ahora no hablaremos sobre ella. El punto es, Alexander, para tratar de no pensar, siempre está en movimiento. Cualquier cosa que lo ayude a no plantearse (Como este joven muchacho es levemente estúpido, la primera vez que le mencionaron la palabra ''plantearse'' lo primero que se le vino a la mente fue una persona golpeando con una planta a otra. Hay que buscar la raíz de las palabras *bam dum tss*) un tema al azar que lo perturbe, es completamente milagroso.
Se incorpora en el techo, quitando el polvo de sus pantalones rasgados, arreglando las arrugas de su musculosa (era negra y con un estampado de Misfits) y arreglando su cabello ondulado y negro azabache, para luego, de un salto, bajar del lugar donde se encontraba, cayendo sobre sus botas negras tipo militar. Y gracias a su altura, no le fue difícil caer parado. Poseía una agilidad e inteligencia que podrían catalogarlo como pariente del gato, de hecho, amaba pasar tiempo con estas criaturas peludas.
En ese momento, el pensamiento más aterrador que rondaba por su cabeza es lo solo que se encontraba, lo solo que se sentía. Justamente, ese verano era de los peores, se notaba miserable y perdido, por lo que cada día frecuentaba un bar para acelerar el cáncer de hígado y ahogar sus sentimientos en litros de alcohol, precisamente ahora iba camino a ello.
Acelera el paso, ya que los recuerdos atacan sin parar. A sus cortos 16 años, Alexander había pasado de todo. Desde la muerte de su madre, el imbécil de su padre, hasta su jodida familia adoptiva. Claro que esta no era la imagen que mostraba ante los demás, todos lo consideraban como un tipo rudo que siempre estaba metido en una pelea, pero, que a diferencia del hombre que el único aporte que le dio a su vida fue poner el espermatozoide en el óvulo, trataba como debiera tratarse a una mujer, como una dama.
Empujando las puerta de The Dirty Dick's Bar, se encuentra el típico ambiente de todos los días: olor a cigarrillo, tipos que dan mala espina, gente borracha a tope y algunas otras más jugando al billar, apostando hasta su dinero de la jubilación.
Se sienta en la típica banca de todos los días, escuchando la típica frase de todos los días "¿Vas a querer lo mismo de siempre, Alex?", y sufriendo lo típico de cada día.
Más tarde llega la orden que solicitó hace unos cuantos minutos atrás, el gran menú de: papas fritas y pescado, junto a una gran jarra de cerveza, como para asegurarse de despertar con una gran resaca. Podría sobrevivir a base de esta lista de comida toda su vida sin quejarse en lo absoluto.
Antes de tomar su primera gota de alcohol, se dio el placer de recordar a sus amigos que tanto añoraba, rememorando alguno de los felices momentos que han pasado juntos. Por un momento el fugaz nombre de una persona llegó a su mente, insertando una sonrisa en la comisura de sus labios. Se dedicó a pensar en estas pequeñas cosas que hacían su vida un poco mejor, antes de perder completamente la conciencia.
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Cry baby ; reality follow us
Fiksi Remaja¿Realmente estás acá para leer la típica novela cliché en la que todo el mundo es feliz?¿Enserio crees que la vida, en general, es perfecta? No es solo por contradecirte, pero, en Londres del siglo XIX, Jack el destripador fue el cómplice de la rein...