¡Qué caprichosa es la genética!
¿Por qué?
Pues dió a mi hermana una belleza que debió ser mía. Ella tiene un hermoso cabello rubio, con rizos incluso. Sus ojos son claros y risueños. Su piel es blanca e inmaculada. Sus labios son delgados, su nariz pequeña y su rostro es un óvalo perfecto. Es perfecta, eso dicen todos.
Y yo... yo siempre he sido la rara, la fea... la anormal.
Yo soy oscuridad, ella es luz. Así es como ellos nos ven todos. No saben acerca de la belleza que oculta la oscuridad. No. Me ignoran, y es por culpa de ella.
El mundo entero la ama. Mis padres siempre la ponen como ejemplo y me repiten sin cesar lo mucho que les gustaría que me pareciera a ella. Los chicos siempre la voltean a ver a ella, como si yo no existiera. Las personas se mueren por ser sus amigos... y yo, yo estoy completamente sola.
Debes pensar que mi hermana es una maldita perra, pero la verdad es que ella es una buena persona. Lo reconozco, ella es la única que me acepta tal cual. Lamentablemente eso no cambia las cosas.
Envidia, en eso estás pensando. Crees que le tengo envidia. ¡Si!
No te atrevas a juzgarme, como si jamás hubieras deseado tener algo ajeno, o como si no hubieras pensado por un segundo lo mucho que te gustaría ponerte en los zapatos de alguien más. Hermanos, primos, amigos... de seguro en algún momento has deseado algo que les pertenece a ellos. Después de todo, sentir envidia es algo muy humano.
No vas a reconocerlo, ¿cierto?
Yo sí, lo acepto, le tengo envidia a mi hermana. Me he pasado mi vida envidiandola por su belleza, por lo que tiene y hasta por lo que llegará a ser. He llegado a aborrecerla a causa de ello, a mi propia sangre.
Pero yo no soy como tú, que se traga ese sentimiento e intenta sentirse mejor pensando en las cosas buenas que tiene, yo haré algo al respecto.
Esta noche le arrebatare todo cuanto tiene, y lo tomaré para mi. Jamás volveré a quedarme en las sombras por su culpa, jamás nadie volverá a compararme con ella.
Le arrancaré los ojos, y nadie volverá a decir que los de ella son más bonitos.
Le dibujaré una gran cicatriz en la cara, y nadie volverá a creer que ella es guapa. Quemaré su perfecta piel blanca. Le sacaré los dientes, uno por uno para que no vuelva a sonreír jamás.
¿Crees que estoy loca?
No, querido lector, jamás he estado más cuerda.
Debería matarla, pero entonces todos la recordarian tal y como es ahora. No permitiré que eso pase.
Cuando acabe con ella, yo seré por fin la más bonita de las dos. Mis padres van a adorarme, los chicos que antes la deseaba a ella, me desearán a mi, sus amigos preferirán estar conmigo y se olvidarán de ella.
Silencio.
Ella está entrando, y ahora tú serás mi cómplice.
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Este es un relato (máximo 500 palabras) que escribí para un concurso. La temática era "7 pecados capitales", y el que me tocó fue envidia.
