Erase una vez un hombre que teniendo el amor, lo dejó escapar. Ella se marchó porque necesitaba encontrarse, y él no la detuvo. Sin embargo, ella le dijo que volvería porque ese amor, ese sentimiento, era mutuo.
Él no la dejo ir por cobarde o tonto... él la dejó ir porque la amaba demasiado, pues ¿qué clase de persona sería si la retenía a pedazos?
El tiempo pasaba y no había señales de que ella fuera a regresar. La soledad y la frialdad se apoderaron del corazón de él, tan crueles y dolorosas como espinas en la carne.
Mucho tiempo después, cuando toda esperanza se había desvanecido en el tiempo; ella regresó. Se había encontrado así misma, ahora sabía quien era. Entonces se amaron sin dudas.
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Cortos y otros
Krótkie OpowiadaniaRecopilación de relatos cortos de cualquier género.