La sombra y la luz.
Amistad es,compartir un solo corazón, sin importar lo diferentes que sean nuestras almas.
Hace muchos años, en un pequeño planeta a millones de años luz de la tierra, existió una pequeña sombra que no tenía forma alguna. No tenía nombre, no tenía padres, ni hermanos y mucho menos amigos.
Se podría decir, que vivía solo en su pequeño planeta gris, tan pequeño que bastaban 3 días para darle la vuelta. La pequeña Sombra no sabía si había llegado ahí desde un lugar lejano o si simplemente existió desde el comienzo de los tiempos.
Nunca había visto a otro igual, ni diferente. Más de una vez recorrió el planeta en busca de un ser vivo con quien hablar, alguien que le hiciera compañía pero su búsqueda fue inútil. Finalmente se rindió.
Sombra se dedicaba a varias cosas durante el día, por las mañanas iba al lago, absorbía tanta agua como podía y regaba la vegetación, después se dedicaba a cambiar de forma, a veces se transformaba en árbol, en roca o en una diminuta planta, nunca se cansaba de ello. Por las noches, subía a la montaña y se recostaba contra un árbol a observar las estrellas.
Fue en una de esas noches, que vio una nave pasar envuelta en llamas hasta estrellarse en el lago. Rápidamente la sombra descendió de la montaña y fue al lago. No era una nave, era un ser, con picos blanco y tan brillante que la sombra tuvo que alejarse.
-¿Quién eres y qué haces en mi planeta? - preguntó la sombra desde atrás de una gran roca, apenas asomándose para ver al extraño invasor.
-Soy Luz, y estoy - contestó la Luz con una hermosa voz.
La luz se acercó y extendió su mano a la sombra, quien con curiosidad la tomó pero al hacerlo se dio cuenta con gran terror que su mano empezaba a desaparecer. Así que se echó a correr al bosque y se ocultó en las copas de los árboles.
Luz lo busco por días y noches, llamándole a gritos. Recorrió el pequeño planeta buscando a la sombra que se escondía porque pensaba que esa cosa, la luz quería matarle. Pero entonces, una noche la luz no vió un gran túnel en el suelo y resbaló. Se sujetó de las raíces de los árboles y pidió ayuda a gritos.
Sombra salió de su escondite.
- Dame la mano - le pidió la Luz asustada. Sus manos resbalan y estaba a punto de caer al vacío.
- Si lo hago, desapareceré. Voy a buscar algo...Pero la sombra no pudo terminar, las manos de la luz se resbalaron y empezó a caer. Creyendo que era su fin cerró los ojos. Entonces sintió como dos fuertes manos se aferraron. Era sombra, quien haciendo un gran esfuerzo logró salvar a la luz. Pero al estar tan cerca de aquel ser, Sombra empezó a desvanecerse, su cuerpo sin forma se empezó a esparcir por todos lados como si fuera polvo llevado por el viento.
Entonces Luz, se llevó las manos al pecho, las introdujo dentro, soportando un gran dolor. La sombra a punto de desaparecer para siempre, observaba sin comprender. Luz sacó una cosa, en forma de una gota de agua y la introdujo rápidamente en el pecho de la sombra. De inmediato Sombra de dejo de desaparecer, su cuerpo volvió a unirse y se volvió de un blanco pálido al igual que Luz.
Una gran mano apareció entre las nubes, tomándolos con delicadeza y los puso en un pequeño espacio negro del cielo estrellado, donde ambos siguen brillando hasta el día de hoy, como dos estrellas.