Ashton rebusca en el bolsillo de su abrigo las llaves de su apartamento. Cuando por fin las encuentra, abre la puerta de madera y con un suspiro, se quita los zapatos y el abrigo. Son las nueve de la mañana y acaba de llegar a casa. Ha pasado la noche cuidando de su abuela, que esta enferma y necesita compañía.
Se revuelve el pelo mientras de dirije a la cocina y se prepara unos huevos revueltos para desayunar. Una vez hechos, coge el libro que se encuentra encima de su cama y se sienta en la mesa del comedor a leerlo, mientras disfruta de su delicioso desayuno.
Le apetece un café, así que de dirige a la cafetería de la esquina. Pero cuando sale de casa, empieza a llover. Bueno, por lo menos esta en la puerta de casa y puede volver a por un paraguas. Esta a punto de volver a subir las escaleras, cuando de repente se fija en el edificio de enfrente. Una joven morena esta sentada junto a la ventana con su gato en el regazo, bebiendo un café.