Al día siguiente volví a posicionarme en frente de su mesa.
–¿sabes lo que también me gusta de ti?-Preguntó Ashton mientras jugueteaba con un bolígrafo.
Yo enarqué una ceja mientras negaba con la cabeza.
–Como te sonrojas cada vez que te digo algo bonito o estoy muy cerca de ti.
Desvié mi mirada al suelo mientras sentía mis mejillas arder.