Me encontraba subida a la gran escalera intentando agarrar el estúpido libro que debía leer para clase de literatura.
Cuando lo agarré perdí el equilibrio.
No tuve mejor sitio donde agarrarme que la balda de la estantería.
Esta cayó conmigo, y con ello todos los libros que esta sujetaba.
Yo pegué un pequeño grito por el susto y a los pocos segundos él ya estaba en frente del gran desastre que yo misma había causado.
