Miércoles, 05 de Junio, 2010.
Cada mechon rubio que caía y tapaba parte de su rostro, la hacía ver más linda de lo que era. Siempre traía esa coleta alta y despeinada, con un flequillo largo que le daba ese toque escencial.
Estaba ahí, sentada detrás de esa larga heladera que tenía varios sabores de helados, leyendo su libro favorito "El eterno sentimiento del último abrazo", del autor Kagami Uchiha. Uno de sus escritores favoritos. Él vivía en Estados Unidos, pero nació ahí, en Tokyo. Y Akemi-así se llamaba la jóven de cabellos rubios, amante de la lectura- siempre deseó que él viniera y se lo autografiara su libro. Un ruido la desconcentró de su lectura; era el timbre de salida, del colegio que se encontraba frente a su heladería. A ella le agradaba oír ese timbre, ya que siempre los estudiantes pasaban por su heladería y compraban.
Cerró su libro en la página 20, donde acababa el capítulo dos.
-Buenas tardes-saludó un jovencito, que aparentaba tener 18 años. Tenía el cabello algo largo, y sujeto a una coleta baja. Unas ojeras resaltaban en su rostro.
Akemi sonrió amablemente, y dijo su típico diálogo:
-¿Cuál se va a servir?.
-Uhm..-el chico se llevó la mano al mentón, pensando sobre qué helado elegiría.
La dulce rubia, esperó pasiente a que diga algo.
-¡Itachi, en otra espérame!-entró otro muchacho, que parecía tener la misma edad que "Itachi".
Este traía los cabellos ondulados y oscuros, a comparación de su amigo, tenía corto el cabello.
Notó la presencia de Akemi, y sonrió nervioso.
-Ho-hola...-saludó, sonriente.
Akemi le devolvió el gesto, y apartó la vista hacia otro lado. Esa conexión visual la puso un poco incómoda.
-Shisui, eres muy lento para copiar lo del pizarrón. Perdón, pero me antojé un helado..-aclaró la garganta-, quiero un helado triple.
Akemi agarró el instrumento de metal para sacar bolas de helado.
-¿Sabores?-preguntó ella.
-Chocolate, mora y limón.
Puso una bola de cada sabor en su cono, luego chispas de colores y le pasó.
-Son dos dólares.
-Claro-sacó su billetera y le pasó el dinero-, Shisui..sé que no..
-También quiero un triple-pidió su amigo.
-Claro..¿qué sabores?.
-Frutilla, oreo y maracuya.
Mientras Akemi servía el pedido, los dos amigos comenzaron a hablar en susurros.
-Pensé que no te gustaba el helado-acusó el de la coleta.
-Bueno..no me gusta, pero...
-¿Estás intentando coquetear con la chica bonita?.
-No..¿por qué dices eso?.
-Bueno, yo la ví primero-sonrió.
-Itachi..
-Es broma, tonto. Y deja de negarlo.
-Aquí tiene-dijo Akemi.
Shisui, al agarrar el helado, rozó su mano con el de la chica, ese rozamiento le provocó una sensación que nunca antes había sentido.
-Igual, son dos dólares.
Shisui sacó de su billetera 20 dólares, no tenía cambio.
-No puede ser, olvidé mi celular en mi asiento-maldijo Itachi-Ahora vuelvo, Shisui.
Salió a toda prisa de nuevo adentro de la escuela.
-Enseguida te doy el cambio-sonrió Akemi.
Shisui asintió. Vió detrás del vidrio de la heladera, y pudo divisar un libro. Pequeño, pero grueso. Por los colores, y el título, pudo adivinar de quién era, y qué libro era.
-¿Recién comienzas a leerlo?-preguntó.
-¿Perdona?.
-El libro-señaló.
-Ah-se acercó hasta él, con el cambio del dinero en su mano-No, es la tercera vez que lo leo, realmente me gusta.
-El autor es Kagami Uchiha, ¿verdad?-preguntó.
-Así es, ¿lo conoces?.
-He oído de él...
-Es un gran escritor, te lo recomiendo.
Shisui sonrió, y mantuvo contacto visual con ella, otra vez.
-Por cierto, soy Shisui..y mi amigo, el que salió corriendo, es Itachi.
-Un gusto, yo soy Akemi Yuhi. Ten-le pasó el cambio.
-Gracias-aceptó.
-¡Apresúrate, Shisui!-gritó Itachi, desde afuera.
-Nos vemos, gracias por los helados-sonrió, y se fue.
Akemi se quedó mirando donde estaba Shisui, y sonrió. Volvió a tomar asiento y continuó leyendo su libro.
