Locura

Prólogo

Querido diario, ¿Es así como se empieza? Espero que sí, ya que te trataré como tal durante todo el recorrido.

No me considero alguien cualquiera, y por tanto no escribiré las típicas historias de una vida cualquiera. Sé que no me entiendes querido diario, pero después de haberme vaciado lo entenderás todo, de principio a fin.

Antes de empezar a escribir mis sucesos quiero advertirte de algo querido diario, a ti y a algún lector de esto para por si alguien se encuentra este diario prepararle para todo lo que escribiré durante estas profundas páginas. Dudo que haya alguien que algún día lea esto pero seré precavido y avisaré: Todo lo que vaya a escribir aquí forma parte de mi dolor continuo, de mi lenta y absurda manera de morir mentalmente. Querido diario, te aviso que en muchas ocasiones lo que te vaya a contar llegará a ser repugnante a la vez que bonito, sádico a la vez que fantástico, en resumen: real a la par que surrealista. Sé que a ti todo lo que verás no te dolerá querido diario, pero a mí sí, lo suficiente como para matarme sin hacerlo. Y para terminar, si hay alguien que en su sano juicio decide abrir este diario y leerlo de principio a fin le deseo mucha suerte y valentía, ya que yo después de todo esto ya he perdido la cordura.

No quiero entretenerme más querido diario, deseo empezar y plasmar en tus preciosas páginas todo lo que me gustaría decirte, así que allá voy...